La Red Compañera surge en el 2017 como una respuesta a los distintos contextos legales en torno al aborto que confluyen en América Latina y El Caribe. Desde países que permiten el aborto en las primeras semanas de embarazo, según sus respectivas leyes, hasta naciones donde la práctica está completamente penalizada, la Red Compañera aporta para que todas las personas que deciden abortar puedan hacerlo de manera segura, autónoma y sin que las leyes restrictivas sean una barrera insuperable.

La articulación de las organizaciones pertenecientes a la Red Compañera ha aportado a la garantía y el acceso al derecho al aborto en América Latina y El Caribe desde su formación hasta hoy. En 2022 las redes, organizaciones y colectivas de acompañantes que conforman la Red acompañaron a más de48.024 mujeres, jóvenes, niñas, hombres trans y personas no binarias en sus procesos de aborto de manera segura, cuidada y feminista.

La Red Compañera se basa en la idea de que todas las mujeres deben tener la opción de elegir interrumpir su embarazo si lo desean. Así, a través de la colaboración, desde la red se trabaja para asegurar que las personas tengan la libertad de tomar decisiones sobre sus cuerpos, brindándoles opciones seguras para que puedan gozar de un futuro sin riesgos para su salud o su plan de vida. Como parte de su acercamiento, las acompañantes también promueven la felicidad, la justicia social y el placer como parte del bienestar integral de todas las personas que abortan.

A través de la recopilación de datos sobre aborto obtenidos en el marco del trabajo de la Red Compañera, se ha hecho una contribución significativa para generar evidencia tanto a nivel local como global, respaldando el reconocimiento del aborto con medicamentos y el acompañamiento feminista como opciones seguras, oportunas y de fácil acceso.

Además, gracias a la labor de acompañamiento y compilación llevada a cabo por la Red, también se han reevaluado muchas de las consignas tradicionales relacionadas a aborto dentro del movimiento feminista. Esto ha permitido cuestionar los enfoques comunes relacionados con los procesos de aborto y ha contribuido a la generación de nuevo conocimiento en este ámbito. La Red Compañera destaca la importancia de su labor al establecer un contacto directo con las personas que requieren un aborto. "Al tener un contacto de primera mano con quienes buscan abortar, adquirimos un profundo conocimiento de sus realidades y necesidades", subrayan voceras de la Red. Este enfoque permite que estas experiencias se reflejen de manera efectiva en los diversos espacios de debate sobre despenalización/legalización del aborto en donde la Red Compañera puede hacer oír su voz y promover cambios significativos.

“Es crucial que las leyes se basen en las experiencias y necesidades de las personas reales", para la Red Compañera la incidencia política no se trata solo de cambiar las leyes, sino de aportar a una conversación más informada y empática sobre el aborto, bases importantes para la garantía de una vida en libertad para las mujeres, hombres trans y personas no binarias, en la que puedan gozar de una legitimidad social que respalde sus decisiones, sin temor a la estigmatización y criminalización.