El uso de pólvora y fuegos artificiales para celebrar velitas hoy 7 de diciembre y en general toda la Navidad, se convierte en un detonante de estrés y ansiedad para nuestros perros y gatos, situación que puede llegar a causarles la muerte. Lo mismo sucede con los animales de fincas, como caballos, vacunos, cerdos y gallinas. Y qué decir de los animales silvestres.

Los fuertes sonidos de la pólvora afectan sus sistemas nerviosos, provocándoles desde una pérdida de orientación hasta un infarto, y es que los sonidos que produce la pólvora afectan a todos los animales debido a que sus capacidades auditivas son mucho más altas que las de los humanos.

Los humanos escuchamos alrededor de 20 mil Hertz, mientras que los animales pueden oír hasta 25 mil o 100 mil Hertz según la especie; esto los hace más vulnerables a los sonidos. Y es que las explosiones de fuegos artificiales pueden emitir sonidos de 150 hasta 190 decibelios, y se estima que a partir de los 65 decibelios inician efectos de estrés en todos los animales, dados los efectos aturdidores en ellos.

Los efectos en cada especie y en cada animal pueden variar, esto dependerá de las reacciones de sus sistemas nerviosos, hábitos o capacidad auditiva. Sea cual sea la condición, todos los animales sienten una afectación derivada del miedo. Dicha sensación produce la aceleración de diferentes puntos en el cerebro que activan el sistema nervioso autónomo simpático, el cual se encarga de la liberación de la adrenalina.

En los animales el estímulo de la polvora puede ser tan alto que podría generar problemas o actitudes como:

. Episodios de ansiedad

. Episodios de fobia

. Episodios de pánico

. Pérdida de la consciencia o de orientación

. Paro cardiaco

. Síndrome de estrés post traumático

. Estados depresivos

. Ausencia de apetito

¿Pero qué hacer para proteger a nuestras mascotas?

Normalmente ellos buscan esconderse debajo de las camas o de las mesas, incluso usan el baño como lugar de refugio. La idea es conocer bien cuál es el lugar que ellos están buscando y adecuarlo para que el impacto del sonido no sea tan traumático.

Para ayudarlos hay que tener en cuenta tres estimulos: visuales, olfativos y auditivos. Para los estímulos visuales se pueden cerrar las cortinas, para el olfativo, cerrar ventanas y todo acceso que pueda tener el olor de la pólvora, se puede poner una esencia a olor en el lugar, y para combatir los ruidos externos, probar con música relajante, ambiental o especial para calmarlos.