Existen diversos tipos de hongo, entre los más comunes se conocen el pie de atleta, que se presenta generalmente entre los dedos y la planta del pie; la tiña de uñas, también conocida como onicomicosis, y la paroniquia, la cual se genera también en las uñas, pero que avanza gradualmente desde el pliegue de la uña.

En el caso del pie de atleta, esta afección se asocia a la sudoración excesiva. Su sintomatología se reconoce por signos comunes como la piel escamosa o agrietada, especialmente en el área entre los dedos. Se puede experimentar inflamación, al tiempo que la piel se torna de un color rojizo, violeta o gris. Asimismo, se presentan molestias como ardor, picor, escozor, ampollas o piel seca.

Al tratarse de un hongo y de una infección, el pie de atleta es contagioso y se puede transmitir de una persona a otra por medio del contacto directo, así como a través de toallas calzado y demás superficies que hayan sido tocadas por la persona infectada. Por lo que se recomienda tener especial cuidado al momento de realizar el tratamiento para evitar poner en riesgo a alguien más.

El pie de atleta se puede curar con remedios caseros o antimicóticos; no obstante, se recomienda acudir al médico en caso de que la molestia sea persistente y desmejore en lugar de aliviarse, o si se es paciente de diabetes.

El Ajo: ha sido reconocido por sus propiedades, entre las que se destaca su acción para combatir los hongos y bacterias. El extracto de ajo puede ser útil para frenar el crecimiento de la cándida, un hongo común que infecta a seres humanos. Además, investigadores han señalado que el ajo contiene acción antifúngica, es decir, que tiene efectos positivos contra los hongos.

Una preparación es la siguiente: machacar entre dos y cuatro dientes de ajo y añadirlos a un recipiente con agua tibia. Luego sumergir los pies en este líquido y dejarlos ahí durante 30 minutos antes de enjuagarlos. Este proceso se puede repetir dos veces al día. Un efecto colateral de este remedio es el olor que deja en los pies.

Vinagre: posee características antiinfecciosas. Se puede utilizar para realizar baños, para ello solo es necesario agregar un poco de vinagre al agua tibia y remojar los pies durante 15 minutos. También se puede realizar dos veces al día.

Sal: se necesita integrar seis cucharadas de sal a un recipiente con agua y dejar los pies en remojo por lo menos 15 minutos.

Bicarbonato de sodio: reconocida esta sustancia por sus múltiples beneficios para la salud. El pie de atleta no es la excepción a la regla y por eso recomiendan realizar un baño con bicarbonato de sodio para remojar los pies y aliviar la infección por hongos.

La preparación consiste en agregar media taza de bicarbonato en un recipiente con agua tibia. Luego sumergir los pies durante 20 minutos. Se recomienda, además, no enjuagar los pies al sacarlos del agua, solo secarlos muy bien.

Té: los tés e infusiones también se pueden emplear para tratar el pie de atleta. Esta preparación consiste en calentar agua y disponerla en un recipiente con seis bolsitas de té. Esperar a que infusione por unos minutos y después lavar los pies con el líquido filtrado.