• MARTES,  19 MARZO DE 2024

Editorial  |  17 octubre de 2021  |  12:00 AM

Democracia en Colombia, una falacia

0 Comentarios

Imagen noticia

En Colombia no ha existido la democracia. Un repaso a la historia republicana del país así lo evidencia. Desde 1810, año del Grito de Independencia, la disputa por el poder a cargo de las clases altas es decir los criollos, es decir los hijos de españoles nacidos en Colombia, no ha parado. La ambición y las prácticas maquiavélicas han perdurado hasta nuestros días. 211 años después nos sigue acariciando el fantasma del totalitarismo.

Las clases altas y bajas de la época de La Colonia siguen intactas, como es la finalidad de las primeras. Los criollos y sus herederos, en la disputa por el poder; las clases bajas y media –campesinos, indígenas, mestizos, artesanos, trabajadores y una gran mayoría de profesionales, sometidos a esa clase alta cuya adición al poder no tiene límites.

Las nueve guerras civiles que se gestaron en el siglo XIX es la muestra de la disputa del poder de esas clases altas y el sometimiento a las clases pobres. La guerra de 1812-1815 entre centralista y federalistas es el inicio de esa larga carrera que en la actualidad da sus resultados más funestos.

Después de la Batalla de Boyacá, cuando unidos bajo el mando de Bolívar amparados en los harapientos esclavos, indígenas, mestizos, mulatos zambos, es decir la clase baja, le dieron definitivamente la “Independencia” a Colombia el 7 de agosto de 1819, continuaron su lucha por el poder y entonces protagonizaron una nueva guerra: la de los Supremos (1839-1842)

Esos mismos centralistas y federalistas para seguir adelante con sus propósitos fundaron los partidos Liberal a cargo de Ezequiel Rojas en 1948 y un año más tarde en octubre de 1849 Mariano Ospina Rodríguez y José Eusebio Caro fundaron el partido Conservador, bandos que en adelante han mantenido al país en zozobra, en la penumbra de la ignorancia patrocinada por sus intereses particulares. En los enfrentamientos bélicos o guerras civiles a partir de la segunda mitad del siglo XIX y hasta inicios del XX se repartieron las victorias como hasta ahora se reparten el poder, eso sí ambos mezclados con las mismas ideologías y unidos cuando otras fuerzas se interponen en su camino.

La guerra de 1851 fue victoria de partido Liberal, la de1854 de una coalición y de los Conservadores, la de 1862-1864 guerra de Las Soberanía, la de las Escuelas del 1884-1886 con los mismos protagonistas, liberales y conservadores, la de 1895 y cierran el siglo con la llamada Guerra de los Mil Días 1899-1902 siempre en procura del poder, con la fatal consecuencia, aparte de la pobreza en el campo y en ciudades: la pérdida de Panamá.

Al totalitarismo de 1886 a 1930 lo bautizaron con el nombre de Hegemonía Conservadora y después fue el turno de la Hegemonía liberal de 1930 a 1946, Y para la época se inventaron otra guerra civil que llamaron La Violencia 1948- 1960. Disfrazaron con un golpe militar, 1953-1958 para después crear la más abominable de las enfermedades: el Frente Nacional, pacto totalitarista que permanece en nuestros días con nombres diferentes como Centro Democrático, Cambio Radical, partido de la U entre otros, pero que en realidad son los mismos con las mismas, llenos de prácticas malévolas para conservar el poder y protegidos ahora por los aparatos represivos cuyo crecimiento no asombra. Lo incrementan en las calles. Nos hacen creer que son pobres sus ideas, que no crean otras alternativas para sacar adelante de la crisis social, de las injusticas y de violencia al país porque sus intereses siguen siendo iguales.

Y si un alcalde les da oportunidades a quienes les reclaman empleo, como es el caso de los jóvenes de primera línea de Cali, entonces el alcalde está en el lugar equivocado y hay que investigarlo.

De frente ese totalitarismo se apodera de los dineros del Estado, convierten la corrupción en el plato de cada día, comen en el mismo plato, con esa cobija, la de la corrupción se arropan los tres poderes mientras el país se debate en la violencia y el delito producto del desempleo, la pobreza y el hambre y la pobre solución es incrementar el pie de fuerza armado.

En los últimos años los jóvenes han despertado de cara a la realidad del país, algunos guardamos la esperanza en ese despertar. Tendrían que tener en cuenta, los jóvenes, que el totalitarismo activó sus armas para detenerlos: los consejos de las juventudes, la matrícula gratis en las universidades para estratos 1, 2 y 3 y la cacareada creación de empleos para los jóvenes no es más que otra de sus viejas prácticas para no dejarlos avanzar en sus propósitos de darle un vuelco al país.

El totalitarismo según la RAE, en un “Régimen político en el que el poder es ejercido por una sola persona o partido de manera autoritaria, impidiendo la intervención de otros y controlando todos los aspectos de vida del Estado”. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. La historia, no la historia patria, no miente por ello la sacaron de los claustros educativos.

PUBLICIDAD

Comenta este artículo

©2024 elquindiano.com todos los derechos reservados
Diseño y Desarrollo: logo Rhiss.net