*La empresa Analítica y Econometría, en alianza con la Sociedad de Economistas del Quindío, emite análisis de mercado laboral con base en los datos demográficos y la GEIH del DANE. Por Héctor Alejandro Montañez R., Juan Manuel Aristizábal T. y Juan Carlos Vásquez S.

Esta nota de coyuntura económica laboral inicia resaltando la reciente evaluación que el Dane presentó en conjunto con la Universidad del Rosario sobre la demografía en Colombia, en donde los resultados son dicientes de un envejecimiento paulatino de su población. Lo que si bien es cierto debe verse como una oportunidad y no como un problema, si plantea inconvenientes en el marco de una estructura productiva que no está absorbiendo bien a la población en edad de trabajar (PET), en especial a los jóvenes quienes son los llamados a generar la reconversión productiva del trabajo.

En esencia, el denominado “bono demográfico” –una mayor proporción de población productiva (jóvenes y adultos) que de población dependiente (niños y adultos mayores), lo cual se enmarca dentro del análisis de la tasa de dependencia- por el cual algunos países con pirámides poblacionales amplias en la cúspide han generado políticas de fomento a la inmigración (Canadá, Australia y algunos de Europa), es un fenómeno poblacional que permite generar progresos en productividad y crecimiento económico en la medida en que la consolidación del mercado laboral permite absorber a la población en edad plenamente y logra cobijarla dentro de la formalidad y el fomento a la sofisticación de sus capacidades.

Para el Quindío surge la duda de si, respecto a los últimos resultados que lo colocan en el top de los departamentos con mayor proporción de adultos mayores frente a la proporción de niños, se está aprovechando el bono demográfico en un contexto con una inactividad laboral creciente, y una proporción de NiNi´s y desempleo juvenil alto.

La demografía

El país crece en población, pero su población envejece paulatinamente, aunque no a tasas como las de países con pirámides poblacionales gruesas en su parte alta. Destacado por el Dane y la Universidad del Rosario, la edad mediana en el país alcanza en la actualidad 31 años cuando para 1985 era de 20 años, sin embargo, lo más representativo del trabajo institucional resulta siendo el índice de envejecimiento -comparación entre el número de adultos mayores a 60 años como proporción por cada 100 niños menores de 15- el cual muestra signos de incremento en la última década llegando hasta 40,4 a nivel nacional, donde en el análisis desagregado por regiones los resultados más altos son los del Eje Cafetero; Quindío, con un 70,4, ostenta la primera posición a nivel nacional en la presentación de dicho índice elaborado por el Dane.

Los anteriores datos son llamativos por cuanto se perfilan como apuestas de trabajo para las agendas de políticas públicas del país, y especialmente para la del Quindío, que en conjunto con las perspectivas arrojadas por el mercado laboral, plantean diversos desafíos cautivadores para cualquier ciudadano.

Para entender mejor el asunto demográfico se presenta a continuación la pirámide poblacional comparada de los periodos 2005, 2010, 2015 y 2020 para el departamento del Quindío; los resultados muestran disminuciones paulatinas de los rangos de edades 0-4 años, 5-9 años, 10-14 años y 15-19 años, por el contrario se aprecian crecimientos en la parte media y alta de la pirámide en los rangos de edades correspondientes entre 20 a 39 años, algunos datos variables entre 40 a 49 años y un crecimiento marcado después de los 50 años de todos los rangos de edades mayores.

Gráfico 1. Pirámide poblacional del departamento del Quindío; años 2005, 2010, 2015 y 2020 (miles)

Fuente: Elaboración de los autores con base las proyecciones poblacionales del Dane.

Algunos síntomas económicos

Ya se había destacado en la nota de coyuntura económica II, publicada en este medio el 29 de mayo, el análisis de la población NiNi en la ciudad de Armenia (jóvenes que ni trabajan, ni estudian), y también se había presentado en la radiografía del desempleo juvenil en el Eje Cafetero (2010-2017), también publicada en El Quindiano el 13 de junio, la comparación de la estructura laboral juvenil, donde este grupo en el Quindío tenía la tasa de desempleo más alta de los 3 departamentos del Eje, con un 22%.

Así las cosas, la ventana demográfica de la oportunidad analizada a partir de las condiciones de una estructura productiva incapaz de absorber su población en edad de trabajar (PET) y en especial a los jóvenes, se está perdiendo ante los incrementos del desempleo general y juvenil y el incremento de la población inactiva.