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Economía  |  05 julio de 2018  |  12:18 AM |  Escrito por: Edición web

Café de las montañas del Quindío a las calles de Estambul

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Quién iba a imaginarlo. Turquía, donde el café se hizo popular hace más de 500 años, es ahora receptora del café de las montañas del Quindío. Un primer conteiner con café de Génova, directo a la meca de las mejores preparaciones del grano, Turquía, salió esta semana. El café, que nació en Etiopía, se hizo importante solo cuando llegó al corazón del Imperio Otomano. Eso lo transformó en una bebida popular.

Se sabe que el café llegó a Estambul, en el siglo XVI, proveniente de Yemen. Y fue allí donde se hizo grande en las formas de preparación y en el consumo. Ahora, los turcos, que viven en esa mítica región entre Asia y Europa, donde las mezquitas musulmanas se confunden con los templos católicos, donde un puente de concreto une dos continentes, donde en cada esquina se sirve un café o un té, y se fuma tabaco o hachís en unas pipas de agua que llaman narguile, se podrá disfrutar café de las montañas del Quindío, propiamente de Génova.

Este café lo cultivan los hermanos Rivera, Libardo, Everly y Rafael, que fueron encargados de llevar el nombre del departamento al país turco, luego de que uno de ellos viajara a Europa para buscar oportunidades con la esperanza de que alguien se interesara en su café. Conseguir el cliente fue el inicio, pero consolidar el proceso de internacionalización del producto era el mayor reto. Para conseguirlo, acudieron a la Cámara de Comercio de Armenia y del Quindío, que, a través de procesos formativos, capacitó a estos empresarios para alcanzar su fin.

En el proceso también actúo el Clúster de Cafés especiales donde encontraron la logística suficiente para llenar un contenedor. El café llegó a América en el siglo XVIII, traído por los franceses. En el Quindío se cosecha desde finales del siglo XIX, pero su aroma ha llegado especialmente a Estados Unidos y Europa, conquistando también mercados como el de Corea, y, ahora, a Turquía.

Muy seguramente, en las callecitas del puerto de Estambul, donde se ven cafés en cada cuadra, los turcos aspirarán sus narguiles, y pasarán el fuerte contenido del tabaco con el sabor y el aroma de una taza de café de Génova, Quindío, con la marca de los hermanos Rivera.

 

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