Hablar de violencia sexual no ha sido fácil en ninguna parte, pero en Colombia son cada vez más las mujeres dispuestas, no solo a levantar su voz, sino a servir de voceras de una causa que consideran la reivindicación de sus derechos, que también ha asumido como propia la Procuraduría General de la Nación.

Fue precisamente la Procuradora, Margarita Cabello, quien señaló que en los primeros meses de 2022 fueron remitidas 235 alertas de riesgo de feminicidio a las personerías del país, un dato que además debe mirarse con reserva, toda vez que son muchas las víctimas que no denuncian por miedo, por amenazas o por simple desconocimiento.

“Año tras año seguimos viendo sobre las cifras de medicina legal, el país sigue trabajando en ello, pero la problemática persiste”, manifestó la jefe del Ministerio Público, luego de detallar que esa entidad informó que en 2021 realizó 21.434 exámenes medicolegales por presunta violencia sexual, de los que el 87,37 % se relacionan con mujeres y un 81,80 % corresponden a menores de edad.

La Procuradora dejó claro que este tipo de delito sería uno de los ejes temáticos que mayor relevancia tendría. Su mensaje llegó a los servidores: no debe haber lugares vedados, y muchos menos ignorados, para ejercer vigilancia y ofrecer el acompañamiento a cualquier ciudadano que sufra por este tipo de violencia.

Como resultado de la gestión, el órgano de control ha realizado seguimiento a 574 hechos de violencia por razones de sexo y género contra niños y mujeres, y en muchos casos ha gestionado protección y atención a favor de mujeres que se encuentran en riesgo inminente.

“No es una tarea sencilla trabajar en la defensa de los derechos, pero hacerlo con el apoyo de la Procuraduría General brinda confianza”, así indicó María Fernanda Arboleda, del movimiento Petra Mujeres Valientes, quien consideró fundamental acudir al ente de control.

“Hemos levantado la voz para decirle a la sociedad que no podemos seguir permitiendo que los cuerpos de las mujeres, ni de las niñas, sean botín de guerra, y de corazón le queremos agradecer a la Procuraduría”, indicó.

En la misma línea se pronunció Susana Andrea Avellaneda, de la Fundación Dignidad Abolicionista, quien agradeció el compromiso de la Procuraduría, el trabajo conjunto realizado y los resultados obtenidos.

“El hecho de que los casos sean cada vez más visibles, que el miedo o la vergüenza a denunciar sea menor, y saber que existen redes de apoyo, además de entidades como la Procuraduría, se convirtieron en ese impulso a las víctimas para exponer sus inquietudes, minimizar sus temores e incluso ayudar a quienes han padecido un flagelo que les cambió la vida”; así lo mencionó Carolina Solano, de la Corporación Sisma Mujer.

Finalmente, el llamado de la Procuraduría es el de trabajar de forma conjunta para erradicar una de las peores formas de violencia, como tantas otras, aquejan al país y se convirtió en una bomba de tiempo a punto de estallar, y que por la indiferencia de una sociedad que la normalizó, corre el riesgo de llegar a padecerla en su propia casa.