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Economía  |  30 enero de 2018  |  12:00 AM |  Escrito por: Redacción económica

Cambio en el factor de rendimiento, resta $1.200, por arroba, a cada cafetero

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Fáber Buitrago Patiño, líder cafetero del municipio de Circasia, conversó con EL QUINDIANO respecto a la actualidad de los caficultores del departamento, se mostró preocupado por las proyecciones de cosecha, por la cotización en bolsa y muy crítico frente al cambio en el factor de rendimiento. Aseguró que luego de un ejercicio con compradores privados se evidenció que cada productor deja de recibir en promedio $1.200 por arroba, en un momento donde la calidad no es la mejor.

¿Por qué se percibe un ambiente de pesimismo en el sector cafetero para este año?

Porque hay dos factores que no nos han ayudado mucho: Primero, el clima, el incremento de las lluvias desde octubre del año pasado no permitió que se dieran las condiciones ambientales propicias para que se estimularan las floraciones en los árboles, el café requiere de un estrés de verano para una buena floración y, por lo tanto, para que se genere una abundante cosecha. Apenas está cambiando el clima, estamos esperanzados en que a comienzos de este mes haya algunas floraciones, para que podamos contar con algo de café hacia el fin de año.

El segundo tema que no ha ayudado mucho es la cotización en la bolsa de Nueva York y la tasa de cambio, dos variables que ayudan a establecer el precio interno en el país. En bolsa cayó el precio porque Honduras ha salido a ofertar más café de lo esperado -normalmente produce 6 millones de sacos y está saliendo con 8 millones-. Tiene muchos problemas para vender la cosecha y se está hablando que por cada tres contenedores que vende, está dando uno. A eso se le suma que la producción de Brasil pasó de 46 millones de sacos a 50. Es decir, hay síntomas de que hay una abundancia de oferta.

Esto ha llevado a que el café colombiano pasara de cotizarse de USD $1.40 a USD $1.20, eso ya de por sí es preocupante, a eso se le suma la revaluación, lo que quiere decir que los exportadores están recibiendo menos plata.

Conjugadas estas variables, por eso hemos tenido una disminución en el precio interno.

¿Y el cambio en el factor de rendimiento?

Independiente de la posición que tiene el comité departamental, como órgano colegiado, yo pienso que es una medida inoportuna e inconveniente para aplicarla en el tema de comercialización de café. Lo peor que puede hacer cualquier actor de compra es cambiar esos parámetros de recibo de café porque genera en el productor una lectura de que se le está desmejorando el ingreso.

Hicimos unos ejercicios con trilladoras que no han bajado el factor -siguen comprando con factor 94 y la FNC con factor 92.8- y hemos encontrado una diferencia entre $1.000 y $1.200 por arroba, es muy preocupante. Entonces los caficultores vamos a vender al mejor postor, en este caso a los privados.

En este caso, ¿la FNC escuchó a los cafeteros de base?

La gerencia comercial y la gerencia administrativa fueron por todos los comités departamentales explicando la medida, de ahí a que cada comité haya aceptado o no… no lo conozco.

Yo creo que es inoportuna porque estamos con unos volúmenes de producción bajos, pero adicional a ello hay una calidad que no es la mejor, porque al finalizar la cosecha empiezan a salir lo que llamamos ‘graneos’, que tienen un alto porcentaje de pasilla. Con el factor 92.8 se requiere mayor calidad, mientras que el factor 94 es amigable con el cambio climático, porque se le da una mayor tolerancia al productor, que puede llegar a verse afectado en cualquier momento con el clima.

La FNC tiene que revaluar la medida con base en los resultados del mercado.

Cambiando de tema, ¿Qué pasa con la renovación de cafetales?

Como dirigente gremial de Circasia, estoy planteando que debido a las pocas floraciones, llegó el buen momento para que empecemos a renovar nuestros cafetales por medio de podas de formación, lo cual permite en un periodo corto -de 8 a 12 meses- que el árbol esté con nuevas ramas y con muy buena receptividad para las floraciones.

Ahora hay unos recursos, $42.000 millones que destinó el gobierno nacional, de los cuales al Quindío, acorde con su producción, le corresponderían alrededor de $900 o $1.000 millones, sumados a los recursos propios, la idea es empezar desde ya con un plan agresivo de renovación.

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