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Cultura  |  08 abril de 2022  |  12:00 AM |  Escrito por: Administrador web

OSMAR MADERNA Y EL TANGO – FANTASÍA

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Ayer y hoy al compás del tango

Por Darío Tobón Montoya

El sábado pasado cuando se publicó mi crónica sobre los hermanos Caló en el diario virtual El Quindiano.com, recibí una llamada de un amigo, lector de mis artículos, quien quiso saber más acerca de Osmar Maderna, el maravilloso pianista, conductor de orquesta de Miguel Caló. Como Osmar es uno de los tangueros que más ha atraído mi atención y devoción, la respuesta sobre él va en estas líneas.

 Osmar Maderna nació en una remota y poco conocida ciudad argentina, Pehuajó, el 26 de febrero de 1918. Un accidente aéreo cortó la vida de esta prometedora figura del tango en abril de 1951, a sus 33 años cumplidos. Su padre fue intérprete del acordeón y el armonio (ver mi artículo sobre el bandoneón). Él lo instruyó en los rudimentos musicales. Fue tan aplicado que a los 13 años integró una orquesta local, llamada Vitaphone, que fue un incipiente sistema de sonido en cine. Pero las luces de Buenos Aires lo deslumbraron y allá arribó en 1939.

Sus cualidades de pianista fueron decisivas para llegar en octubre de ese año a la orquesta de Miguel Caló, a llenar el espacio dejado por el pianista y compositor Héctor Stamponi. “Maderna cambió la historia de esa orquesta”. Lo dice un historiador. Ya les conté del ingreso de los meritorios jóvenes a la orquesta de Miguel, en ese mismo año y en los posteriores. Caló, asombrado por el prodigioso joven pianista de Pehuajó permitió que se convirtiera en conductor de su orquesta, con el sonido fantástico de su piano. Del corto tiempo que duraron todos esos prodigios del tango, quedan 80 sorprendentes grabaciones.

En este vínculo podrá oír el audio de Concierto en la luna con la orquesta de Osmar Maderna:

https://youtu.be/iFo6k0908Vo

Pero Maderna entendió que requería su propio conjunto. Y es así como en 1945 junto con otros jóvenes, cada uno en su terreno abandona a Caló. En lugares memorables como el café Marzotto se dio a conocer. Fue su orquesta algo totalmente novedoso. Por eso Osmar fue llamado “El Chopin del tango”. Tocaba como si sus versiones fueran preludios o polonesas chopinianas. Fue la primera vez que el tango tuvo un entronque con la música clásica. Delfino, Cobián y el negro Mora habían tenido influencia de la romanza europea. Fresedo, Cobián y Horacio Salgan se habían contagiado por el jazz y el blues norteamericano, de modo que Maderna fue el primero influido en la composición y la interpretación musical por clásicos como Liszt y Chopin. Y algo importante, tuvo influencia de los compositores de la música para cine en EEUU y Europa, que estaban en pleno furor.

Aquí, el audio del inigualable tango Rapsodia de arrabal, con Maderna y su orquesta:

https://youtu.be/OXEvRri642w

Con esa música tuvo Maderna destacada influencia en las fantasiosas melodías para piano que escribió. Como Lluvia de estrellas, Concierto en la luna, Escalas en azul,  y  Rapsodia de tango, obra de extensión dos veces mayor que la de un tango corriente. Con las Czardas, de Monti, y  El vuelo del moscardón”, se mete en lo clásico al adaptar la música de un tema original de Rimsky – Korsakov, el extraordinario compositor ruso.

En este vínculo podrá deleitarse con el extraordinario pianista, su orquesta y el tango Lluvia de estrellas:

https://youtu.be/gj3VSRxXHS4

Se ha dicho que su digitación era suave casi etérea en contraste con la de Horacio Salgán, su contemporáneo, considerado uno de los mayores pianistas del tango. Osmar convertía en obra de arte un simple tango. Tenía un sonido peculiar con acercamiento a grandes figuras del jazz. Tenía inefables solos de piano. Con el cantor que tuvo el mejor acople fue con Raúl Iriarte, que terminó su vida manejando un restaurante en Bogotá en donde vivió 20 años. Iriarte acompaña a Maderna cuando se separa de Caló. Tuvo cantantes como Orlando Verri, que hoy apenas se menciona como una figura del canto que modeló Osmar. Otra voz que siguió sobresaliendo con Maderna fue Mario Corrales, luego llamado Mario Pomar, cuando estuvo en la orquesta de Di Sarli. Otro cantor de Maderna, ahora olvidado, es Pedro Dátala, quien  más grabó con él. La máxima consagración la obtuvo con el vals Pequeña de Homero Expósito, Franchini y Stamponi, cantado por Héctor de Rosas.

Y aquí, el audio de Pequeña, con  Héctor de Rosas:

https://youtu.be/tQpaqh9iwhY

Al fallecer Maderna, su violinista de siempre, paisano y amigo de toda la vida, Aquiles Roggero, organizó con los músicos provenientes de la orquesta de Maderna el conjunto llamado la orquesta Símbolo Maderna. El piano lo continúo tocando Orlando Tripodi, que logró sacarle al dientudo los mismos acordes que obtenía Osmar.

En el siguiente vínculo puede escuchar un mix de tangos con la orquesta Símbolo Osmar Maderna, y comprobar cómo el genio y estilo  Maderna siguió vigente con Aquiles Roggero:

https://youtu.be/QQnDqkFjw-8

He recurrido a información de internet para hablar del fatal accidente. La pasión por la velocidad y el alejamiento de la rutina la logró Maderna piloteando una avioneta. En la tarde del sábado 28 de abril de 1951, fue a campo aéreo de la periferia de Buenos Aires. Cuando tenía decidido no volar más ese día, se le aproxima un piloto que lo desafió a competencia de velocidad. Su esposa trató de alejarlo de esa tentación. Pero el orgullo de piloto primó sobre la prudencia.

Osmar Maderna en su avioneta

Con amigo ingeniero alzó el vuelo. Su competidor también tenía compañero. Los dos pilotos comenzaron un juego peligroso. Se ha dicho en muchos informes que hubo un roce de las alas. La avioneta de Maderna se precipita a tierra, pereciendo sus dos ocupantes. Igual suerte corrieron los otros 2 competidores. Para concluir ese sábado desgraciado, la esposa de Maderna perdió el hijo que estaba en gestación y que tanto deseaba tener en sus manos Maderna.

Los restos de Osmar permanecieron en el Panteón Sadaic en el cementerio de la Chacarita de Buenos Aires. Pero sus coterráneos de Pehuajó querían tener con ellos los restos y con tal fin construyeron un mausoleo para que, en el cementerio local, estuvieran los restos de la más destacada figura de ese pueblo, y desde el 2014 allí reposan sus restos.

Entre sus composiciones, fuera de las fantasías enunciadas se encuentran los tangos Jamás retornarás, Qué te importa que te llore, estos dos en colaboración con Miguel Caló. En el tango La noche que te fuiste,  el autor de la letra es José María Contursi. Con Catulo Castillo escribió Volvió a llover. Al tango Amor sin olvido le puso letra Leopoldo Díaz Vélez.

Y aquí, el audio de la  Orquesta Osmar Maderna con Orlando Verri y Volvió A Llover,  grabado en 1947:

https://youtu.be/cjVJXyVHcPY

 

Armenia, abril 8 de 2022

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