Después de tantos años de estar en otras actividades, por cosas del destino, a los sesenta años encontré en el camino personas sabias dedicadas a las letras y al conocimiento literario. Hoy agradezco a la vida que me haya permitido disfrutar y pertenecer a este grupo llamado “café&letrasrenata”.

Todo empezó en agosto de 2013 cuando fui invitado al concurso de cuento y narración oral “Historias en Yo Mayor”, organizado por las Fundaciones Saldarriaga Concha y Fahrenheit 451, coordinado por “café&letrasrenata”.

Por medio del señor Miguel Rivera, me vinculé a este maravilloso grupo literario y gracias a ellos, he gozado ocho años de compañías que me han transmitido el amor por la escritura y ofrecido la oportunidad de dar a conocer mis escritos.

En este tiempo he podido disfrutar con alegría y pasión los recuerdos de mi infancia, las experiencias de juventud y recordar todo aquello que estaba atesorado en mi memoria.

Los amoríos, desengaños, maltratos verbales, los mismos errores y pecados, estaban guardados en el disco duro de mi pasado. Mi encuentro con “café&letras renata”, ha sido el peldaño donde encontré la forma de tener un envejecimiento moderado.

Participar en proyectos de escritura, pertenecer a un grupo de adultos, compartir y hacer amistades literarias en las que he encontrado afecto, me ha llevado a integrar esta familia con amor y respeto. Me siento digno de estar en ella y algún día, cuando la muerte venga a buscarme, diré que todo ha terminado y me iré con las palabras: “Los quiero.”

Desde que inicié mi proyecto de escritura, siento que empecé de nuevo a querer, a sentir pasión, amor, una nueva ilusión, abrazar de nuevo y a sentir desahogo con mis poemas. Un nuevo amor refresca mis labios con ternura. Durante sesenta años, muchas veces quise recibir bendiciones, pero llegaban desgracias. En mi juventud, el pecado y el vicio robaban mi felicidad, por eso ahora viejo, cuando vivo quizás de arrepentimientos, esta etapa literaria conociendo a los mejores exponentes de la literatura y escritura, me da la felicidad de escribir algo que estaba oculto.

Empecé mi actividad literaria en la biblioteca Comfenalco con la orientación de Carlos Fernando Gutiérrez. En 2015 participé en el libro “Para antes del olvido”, realizado por la fundación Casa de la Lectura Cali, con el tema “El pasado para no olvidar”, gracias a la red Relata y en 2018, Comfenalco Quindío editó un folleto con temas de Letras Mayores en el cual participé con “Débora y su equipo amado”.

“Café&letras renata” nos ha estimulado a los nuevos autores con la publicación de escritos en los libros: “Historias Barriales”, en diciembre 2017, mi tema, “El Parque Cafetero”. En el libro “Centros Literarios Quindío”, de noviembre de 2018, participé con el tema “Juventud”. En “Recordar Es Jugar”, de octubre de 2020, mi tema fue “El Yoyo en mi Infancia”, en “Literatura Herramienta de la Historia”, de diciembre 2020, participé con “Uso del Idioma, Dichos y Frases” y “Mi Primer Cine”, algo bonito de recordar.

Con avenencia acepto las correcciones del escritor Enrique Álvaro, gracias a ellas mis conocimientos en escritura creativa, han ido en progreso, y felicitaciones a “café&letras renata”, lo mismo que a todos sus integrantes por estos primeros diez años de éxito.

Me siento orgulloso y complacido por haber publicado escritos en el periódico digital “El Quindiano”, incluso de haberme fotografiado con escritores famosos y guionistas de la televisión colombiana invitados por “café &letras renata”, a sus tertulias.

Qué grato haber escuchado a Pedro Claver Téllez, guionista de la película “La sargento Matacho”, cronista, escritor de cuentos, como el “Bobo del Tranvía”, y varias novelas, entre ellas “La guerra verde”, treinta años de conflicto entre los esmeralderos.

Pedro Miguel Rozo, hijo de doña Bertha, una distinguida dama de nuestro grupo, escritor, guionista de la televisión. Una de sus obras “El Último Matrimonio Feliz”. Susana Henao Montoya, quindiana. Autora de “Los Hijos del Agua”.

Alister Ramírez, escritor quindiano residente en Manhattan N. Y., quien escribió “Mi Vestido Verde Esmeralda”.

Daniel Guarín, quindiano, licenciado en lenguas modernas, radicado en Filadelfia EE.UU como profesor de español. Su obra “Tren Al Sur”, por medio de la cual conocimos en nuestra imaginación el parque de las iguanas, que no es parque ni tiene iguanas y lo vimos atravesar un lago en bus.

Rigoberto Gil Montoya, escritor risaraldense, doctor en letras, Premio Nacional de Literatura. Unas de sus obras “Perros de Paja”, “Mi Unicornio Azul”.

Conservar estas fotos, me ha servido para reforzar el primero y segundo tomo de mis escritos llamado “Cuentos, Crónicas y Relatos de un adulto Mayor”, donde está depositada toda mi memoria oculta.

Para los amigos del grupo literario, las más sinceras gracias por leer y compartir mis textos, me hacen sentir orgulloso.