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Cultura  |  08 marzo de 2022  |  12:53 AM |  Escrito por: Administrador web

Mujer: la conquista de un reconocimiento

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Josué Carrillo

No sin razón pronosticó la poetisa griega Safo de Mitilene en el siglo VII a. C.: “te aseguro que alguien se acordará de nosotras”. A lo largo de los siglos han existido tantas mujeres, desde la diosa Inanna, la primera escritora del mundo conocida por su nombre, hasta científicas, artistas, matemáticas, músicas, reinas (de las nuestras y de las otras) y un largo etcétera, que han dado vida a su predicción. Hoy son muchos los nombres de grandes mujeres que se han rescatado del olvido y no hay actividad humana en la que al lado de un gran hombre no haya una gran mujer, pues junto a Pericles brilló Aspasia; si hubo un Einstein también hubo una madame Curie; equiparable a un Caruso es una Maria Callas; igual en el deporte, como hay un Roger Federer, también hay una Serena Williams, y por qué no decir que, si el mundo tuvo un Churchill, también tuvo una Merkel. Cuando de oficios se trata, la mujer dejó de ser la figura exótica, pues no hay profesión ni trabajo, ni siquiera entre aquellos que se creían solo para hombres, que no lo ejerza con decoro una mujer. Ciertamente, ¡qué visión tuvo Safo!

Se necesitaron muertes sin cuenta, siglos de sometimiento y una infinidad de discriminaciones y atropellos hasta que llegara el día en que los hombres decidieran aceptar que la mujer tenía el derecho adquirido a algo diferente de las felicitaciones, la copita de vino con galletas y el descanso con motivo del día de la madre, había conquistado con sobrados méritos un reconocimiento que tuviera la majestuosidad del Día Internacional de la Mujer.

La historia de esta conmemoración, que no es una celebración, de marcada ascendencia socialista, se remonta casi 150 años, a 1875, cuando cientos de mujeres trabajadoras de una fábrica textil de Nueva York salieron a manifestar contra los bajos salarios y la injusticia de ganar menos de la mitad de lo que ganaban los hombres. Esa manifestación chocó con el equivalente gringo a nuestro ESMAD y terminó con 120 mujeres muertas; pero a pesar dio lugar a importantes cambios en la legislación laboral y motivó la creación del sindicato de mujeres trabajadoras textiles. El 8 de marzo de 1909, miles de obreras textiles pararon sus actividades y salieron a marchar con el lema “Pan y Rosas” por las calles de Nueva York a pedir menos horas de trabajo, mejores salarios y derecho al voto.

En la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, que se realizó entre los días 26 y 27 de agosto de 1910 en Copenhague, las delegadas alemanas Clara Zetkin y Kathy Duncker proponen crear un Día Internacional de la Mujer Trabajadora, en solidaridad con los delegados de Estados Unidos que habían honrado la huelga de las trabajadoras textiles en 1910 con un Día de las Mujeres de EE. UU; esta propuesta fue acogida por un centenar de representantes de 17 países. La primera conmemoración se llevó a cabo el 19 de marzo de 1911 en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza. Tal vez esta conmemoración no hubiera tenido motivos suficientes para otras posteriores, si una semana después, el 25 de marzo, no hubiera ocurrido una terrible tragedia en Nueva York, donde 146 obreras de la fábrica de camisas Triangle Shirtwaist murieron atrapadas en un incendio, porque no pudieron escapar, pues todas las puertas de la factoría estaban cerradas por orden de los patronos, como una manera de evitar el robo de prendas, hilos, botones y otras minucias.

Desde 1910 esta conmemoración había tenido diferentes nombres, variaba de país a país, hasta 1975, cuando la ONU declaró el 8 de marzo Día Internacional de la Mujer y se estandarizó este nombre.

En el Día Internacional de la Mujer del año 1917, en las frías tierras rusas, las mujeres salieron a protestar por las pésimas condiciones laborales y por los millones de soldados rusos caídos durante la Primera Guerra Mundial; optaron por la huelga, pero dos días después el zar Nicolás II ordenó dispararles como manera de acabar con esa revuelta; sin embargo, esa sublevación femenina coronó su éxito al conseguir el derecho al voto y al contribuir a la caída del zar. Después de la Revolución de Octubre de 1917, la política y revolucionaria Alexandra Kollontai, que fue la primera mujer en la historia en ocupar un ministerio de gobierno y la primera embajadora de un país en sentido de la diplomacia moderna, consigue institucionalizar el Día Internacional de la Mujer como fiesta oficial en la Unión Soviética y logra verdaderos avances en pro de los derechos de la mujer, como son la igualdad del trabajo en condiciones y salario al del hombre, el derecho al voto y el acceso a la educación; además, trabajó por la legalización del divorcio y el aborto y por la modificación de las leyes que subordinaban la mujer al hombre.

En Colombia el presidente Carlos Lleras Restrepo firmó en 1967 la ley del Congreso de la República que establece el 14 de noviembre como Día de la Mujer Colombiana, en conmemoración del sesquicentenario de la ejecución de la heroína Policarpa Salavarrieta, pero esta conmemoración ha cedido el paso al Día Internacional establecido por la ONU en 1975, por ser este un evento de carácter más universal. Sin embargo, aunque no existiera en Colombia un día en especial dedicado a la mujer, vale destacar la lucha por las reivindicaciones femeninas llevada a cabo por numerosas mujeres, entre las cuales (sin el propósito de cometer una injusticia con las que no alcanzo a nombrar), pueden mencionarse: Betsabé Espinal, lideró en 1920 una de las primeras huelgas obreras en el país; Gabriela Peláez Arango, considerada la primera dama del derecho colombiano; Débora Arango, la primera en pintar desnudos, objeto de reiteradas críticas de la Liga de la Decencia de Medellín que la pusieron ad portas de la excomunión por parte de la iglesia. Cecilia Cardinal de Martin, primera médica cuyabra; defensora de la salud de la mujer y de los derechos sexuales y reproductivos, gracias a ella se hizo obligatoria la educación sexual. Y la lista de mujeres destacadas en cualquier campo sigue y sigue.

En 1933 logran las primeras mujeres en Colombia estudiar bachillerato y acceder a la educación universitaria, y tienen el derecho al voto desde el 1 de diciembre de 1957; la despenalización del aborto hace apenas un par de semanas la aprobó el Corte Constitucional. Curiosamente, de las magistradas que hacen parte de esta institución, solo una votó a favor de la despenalización, las demás votaron en contra. La igualdad de sus salarios con los de los hombres es algo que sigue dentro del tintero de nuestros padres de la patria. Sin embargo, es importante destacar que en el campo de la igualdad de las mujeres con los hombres es mucho lo que se ha avanzado

Yo vivo convencido de que todas las mujeres, ya sean las más humildes amas de casa o las más encopetadas primeras damas de una nación, por su abnegación y su amorosa dedicación a sus labores merecen no solo el día que ellas mismas crearon, sino un año entero, pues se trata de la conmemoración de una lucha larga y continua contra la masculinidad que las oprime. Por mi parte, mi admiración y reconocimiento a las mujeres son tales que a todas quisiera gritarles un ¡viva! y levantarles un busto.

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