Por Juan Carlos Vásquez S, Juan Manuel Aristizábal T., y Héctor Alejandro Montañez R. Miembros de la Sociedad de Economistas.

El Doing Business de Colombia 2017, publicado por el Banco Mundial, ubica a la ciudad de Armenia, Quindío, en el 10 lugar y Pereira, Risaralda, en el segundo lugar. Desde el punto de vista de las ciudades con menor pobreza monetaria, Armenia se aparece en el puesto 13, con 22.7% de su población en esa categoría, mientras que Pereira está en el tercer puesto con 12.7% de su población en esa categoría -Dane, 2018-.

En el trimestre marzo-mayo 2018, Armenia acumuló un desempleo de 15.9% ocupando el segundo lugar a nivel nacional, mientras que Pereira mostró un desempleo de 9.4%, puesto 18 entre un total de 23 ciudades -Dane, 2018-.

El Índice de Competitividad Turística Regional 2017 ubicó al Quindío en el octavo lugar, Risaralda aparece en el tercer lugar -Cotelco, 2017-.

Entre las ciudades más atractivas

Para finalizar, la ciudad de Pereira ha sido catalogada por la fDi Intelligence del Financial Times -diario británico- en el top 10 de las ciudades más atractivas del continente americano para hacer negocios, entre 75 ciudades evaluadas -La República, 29-06-2018-.

¿Por qué Pereira lo está logrando? El alcalde de La Perla del Otún, Juan Pablo Gallo Maya da algunas pistas: “La acción articulada que hemos logrado desde la alcaldía con la Cámara de Comercio y los gremios nos permitió pasar del quinto al segundo lugar en el listado del Doing Business Colombia 2017 (…)”. -La República, 29-06-2018-.

Primer punto de reflexión, aceptar los hechos y no dedicarnos a dar disculpas. Varios comentarios se escuchan cuando se publican las cifras por parte de los gremios y entidades: no es posible, están haciendo las mediciones mal, los datos están errados.

Replantear

Segundo punto de reflexión, tenemos que replantear nuestro modelo económico. Pensar que el desarrollo económico basado en el comercio, en los restaurantes y en el turismo nos va a dar el progreso y desarrollo económico, es ignorar que dichas actividades son de bajo valor agregado y que por tanto, la gran mayoría de quindianos -50% aproximadamente- que trabajan en dichos sectores perciben ingresos por lo general bajos, que tienen un componente cíclico. Bajos ingresos significan un poder adquisitivo de subsistencia, que compromete cada vez más el cierre de negocios y empresas que no logran consolidar un flujo de caja positivo al enfrentar periodos prolongados de baja demanda.

Al respecto, es necesario indicar como lo ha hecho Pereira. Primero, profesionales capacitados están permanentemente realizando estudios sobre su mercado laboral que van más allá de los simples diagramas de barras y gráficos de pastel de una hoja de cálculo. La posibilidad de analizar microdatos y sobre ellos plantear modelos econométricos y de analítica permiten asociar relaciones complejas, proponer escenarios más cercanos a la realidad y por ende, plasmar y evaluar soluciones factibles que tengan un verdadero impacto.

Dinamismo

Segundo y gracias a los estudios, diversificó su estructura económica, el entender la necesidad de sectores manufactureros fuertes que generan un nivel de ingreso constante la mayor parte del año, permitiendo así menores fluctuaciones en el poder adquisitivo, lo que permite un mayor dinamismo en la actividad de comercio, restaurantes y hoteles. Prueba de lo anterior es que Pereira bajó el desempleo 11% en ochos años, de 21.4% -febrero 2010- a 10.4% -febrero de 2018- y el sector manufacturero le aporta al PIB de Risaralda el 12%, mientras que al Quindío este porcentaje es de 5.9% (MinCIT, 2018).

Tercer punto de reflexión, tenemos que madurar en la dimensión política. Si seguimos apoyando grupos políticos que solo piensan en el beneficio particular y adicionalmente no somos capaces de organizarnos como ciudadanos para solicitar rendición de cuentas con profundidad y seriedad, estamos condenados a ser espectadores del empobrecimiento continuo de los quindianos.

¿Por qué no se han hecho estudios serios sobre la economía de Armenia y el Quindío?, y si se han hecho, ¿por qué no se han puesto en práctica? Porque a nadie le interesa y no interesa porque no conviene.

Oferta - demanda

Un mercado laboral eficiente tiene efectos multiplicadores en el desarrollo económico, y este efecto se da tanto en la demanda como en la oferta. En la demanda, porque las empresas se ven obligadas a contratar y retener los mejores talentos para poder hacer frente a mercados cada vez más competitivos. En la oferta, porque los empleados deben prepararse y dar lo mejor de sí para garantizar un trabajo que aporte un valor agregado considerable a la actividad de la empresa.

Lo contrario sucede en mercados laborales poco eficientes como el que vivimos a diario en Armenia y el Quindío. Altas tasas de desempleo -15.9% para el trimestre móvil marzo-mayo 2018, la segunda más alta del país-, con la mitad de su población ocupada trabajando como cuenta propia -50% para el año 2017- y desempeñándose en sectores de bajo valor agregado -35% de los ocupados lo hacen en comercio, restaurantes y hoteles-, generan ineficiencias en la demanda y oferta de trabajo.

Servilismo

En la demanda, al limitar el número de organizaciones que requieren empleados, por lo que no hay necesidad de retener los mejores talentos ni pagar buenos salarios. En la oferta, que se concentra en una masa de ocupados poco preparada y sin motivos para dar lo mejor de sí. El resultado, organizaciones mediocres, con directivas preocupadas por mantener su posición y privilegios, sin gestión y sin cultura competitiva, apoyados por empleados empeñados en mantener una plaza laboral no por la excelencia, sino por el servilismo. La suma de esta clase de organizaciones gesta economías poco competitivas, sin incentivos para innovar e incapaz de crear sinergias de progreso.

Los hechos de Pereira, ciudad vecina de Armenia, demuestran que con voluntad política que supera los intereses particulares, con estudios serios y trabajo profesional dedicado, es posible cambiar los indicadores y proveer a sus ciudadanos de un presente y futuro próspero.