Intimidado por las personas que lo miraban y las cámaras de video y fotos que registraban cada una de sus palabras amplificadas por parlantes, don Julio César Arroyave decidió que el discurso improvisado debía ser breve. Entre el titubeo, agradeció la oportunidad que le dieron de poder servir con su conocimiento en la reconstrucción de la vía en la vereda donde vive.

Y es que la experiencia de don Julio César en sus 82 años de vida no es poca. Ejerce la profesión de ingeniero hace 53 años. Por eso los residentes de Argenzul, vereda donde reside don Julio César desde la pandemia y que se encuentra ubicada en Filandia, no dudaron en asignarle la misión de hacer la reparación de los 117 metros lineales de un  tramo de la carretera, que estaba casi abandonada desde hacía cerca de 12 años.

La obra tuvo financiación gracias al programa, Caminos comunitarios para la paz total, que promueve el gobierno Nacional y en el que se destinan recursos económicos de forma directa a comunidades representadas por Juntas de Acción Comunal, legalmente constituidas.

Para el caso de la vereda Argenzul, el tramo arreglado tuvo una inversión de $202 millones de pesos y las obras duraron cuatro meses, siendo entregadas la semana pasada en un acto que contó con la presencia de William Camargo Triana, ministro de Transporte. En el lugar de la reparación trabajaron bajo el liderazgo de don Julio César Arroyave, nueve personas más, todos residentes de la vereda.

“Aun nos quedan unos pesos que nos sirven para el mantenimiento de la vía, porque le cuento que esto era una trocha. La placa huella no se veía y sobre todo las tuberías que sacan las aguas lluvias estaban obstruidas. Era una carretera abandonada del municipio. Se hizo rendir la plata y todo fue muy honesto”. Puntualizó don Julio César.

Padre de cuatro hijos, de los cuales solo le quedan dos mujeres y un hombre, este ingeniero casado desde hace 48 años sabe que su aporte con el conocimiento, experiencia y honestidad a las personas de la vereda en la que vive, es más que valorado.

Y es que de eso se trata el programa Caminos comunitarios para la paz total, de que sea la misma comunidad la doliente y empoderada de su territorio con este tipo de proyectos e inversiones.

Así lo confirma Mercedes Rodríguez, vicepresidenta de la Junta de Acción Comunal de la vereda Argenzul:

“Esto es fenomenal, porque no es alguien que viene de afuera a cumplir un contrato y se va sin responder. Esta obra la lideró alguien de aquí, y lo hace con amor, es un doliente como todos nostros. Otro empleado que venga de afuera no le importa si queda o no bien hecho, aquí todos estuvimos comprometidos de principio a fin”.

La líder agregó que un ingeniero que trabaja en contratación de obras públicas con entidades del gobierno, le dijo que en el arreglo de una vía como la de Argenzul, se gastaban unos $600 millones de pesos si se hubiera hecho por intermedio de la alcaldía. Por eso es enfática en decir:

“No tuvimos clientelismo, ni coimas, entonces nos han sobrado un poco de recursos para mantener algunas canaletas y hacer reparaciones menores. Esto era un lodazal cuando llovía. Les recomiendo a las demás veredas que necesiten inversiones, que apliquen a este programa y así uno no le debe favores a nadie”.

Con la adecuación de ese tramo de la carretera en la vereda Argenzul, en Filandia, son cerca de 33 familias las que se benefician directamente, residentes de las 27 las fincas que se comunican y deben sacar sus cosechas al pueblo para ser comercializadas.

La gestión

Leonardo Castaño, presidente de la Federación Comunal del Quindío, en la que se integran las JAC del sector urbano y rural, aseguró que la gestión para que llegaran estos recursos comenzó hace dos años y medio, pues las Juntas de Acción Comunal deben tener la documentación en regla y poder presentar su proyecto de forma correcta ante el gobierno Nacional, para poder aplicar al programa, Caminos comunitarios para la paz total.

“En la vereda Argenzul hay un talento humano excepcional, pero en otras organizaciones no es igual. Ahí entonces toca con INVIAS hacer el acompañamiento en todo el proceso del programa”.

Dijo Leonardo Castaño, quien agregó que se llevaron una grata sorpresa en la entrega de las obras viales de las veredas La Siria, en Circasia y La Cabaña, en Buenavista, ya que alcanzaron los recursos para mucho más de los que se tenía proyectado.

“Buscamos disminuir la intermediación. Esa es la esencia del convenio solidario y así todo es más directo desde el gobierno nacional con la comunidad que reside en estos territorios y ayudan a cuidar las obras". 

Manifestó Castaño, quien puntualizó en que se viene la fase 2024 en el Quindío, donde hay 15 organismos de acción comunal veredales que tendrán los recursos presupuestales para llevar a cabo sus inversiones en obras.