Iniciado el 6 de octubre de 1935 durante su encierro por motivos políticos, este diario acompañó a Cesare Pavese
hasta el 18 de agosto de 1950, nueve días antes de su muerte, y se convirtió gradualmente en el lugar donde confiar pensamientos sobre el universo del escritor y del hombre.

Amargo, irónico, pocas veces sereno, ofrece al lector una meditación sobre la vida, la soledad, los recuerdos y el arte conducida con un enorme rigor intelectual. Al mismo tiempo, página a página, deja constancia de su incesante desarrollo poético-literario, la evolución, en suma, de un personal oficio de vivir.

Pavese dejó un testamento vital que con el tiempo se engrandece aún más y que como el traductor y poeta Ángel
Crespo describió soberbiamente, «posee la virtud de los grandes clásicos, esto es, convertir una existencia íntima en algo universal». El inolvidable texto de Natalia Ginzburg que acompaña a esta edición, todo un tributo al admirado autor y amigo, amplía si cabe la leyenda que rodea al creador del dietario más célebre de la literatura europea.

Una de las grandes figuras literarias e intelectuales de la primera mitad del siglo XX, su carrera como novelista, poeta y crítico contribuyó decisivamente a definir tanto la cultura de la época como la de generaciones sucesivas, entre las que sigue resonando de modo extraordinario este diario en el que destiló una manera única de entender y reflexionar sobre el mundo.

Sobre el escritor Cesare Pavese

Nació en Santo Stefano Belbo en 1908 y se suicidó en Turín en 1950. Traductor al italiano de Hesíodo, Herman Melville, Joyce o Dickens, su obra poética, narrativa y ensayística ocupa un lugar capital en la cultura contemporánea, y relatos o novelas como La playa (Seix Barral, 1967; 1987) o El bello verano marcan una etapa decisiva en la evolución de la narrativa occidental.

Su diario, El oficio de vivir (edición íntegra y definitiva: Seix Barral, 1992; 2022), ha sido uno de los libros de mayor influencia y de resonancia más duradera en la literatura occidental.