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Columnistas  |  29 mayo de 2023  |  12:00 AM |  Escrito por: Yesica María Corrales Ortiz

Control social para construir cultura de la contribución

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Yesica María Corrales Ortiz

Por: Yesica María Corrales Ortiz

Magister en Tributación

 

Partiendo del concepto de Control Social y de Cultura de la Contribución, debo manifestar que el control social comprende aquellos mecanismos mediante los cuales la sociedad ejerce su dominio sobre los individuos que la componemos con el fin de garantizar la estabilidad de esta. Y por su parte, la cultura de la contribución es una tendencia social y una forma cultural del individuo que nos permite impregnar a nuestras actuaciones sociales, improntas tales como: valores y principios básicos como mecanismo para aprender a contribuir en búsqueda del bien común.

Así las cosas, considero que la participación activa de la sociedad es fundamental para garantizar la transparencia, por ejemplo: de exigir rendición de cuentas y respeto por los derechos humanos, por esto, a través del control social, nosotros como miembros de la sociedad colombiana podemos contribuir con el diseño de políticas públicas, como también, en la evaluación de su eficiencia.

No obstante, en mi opinión, el control social no debe ser usado como una herramienta de persecución política, ni policiva, sino que, por el contrario, debe existir un equilibrio entre la protección de los derechos de las personas y el deber del Estado de hacer cumplir las normas que le otorgan el imperio de la Ley. Ya que, la lucha por la transparencia y la ética en la gestión pública es una responsabilidad colectiva de la sociedad y el Estado; por ende, debemos hacer parte de la vigilancia y supervisión de los recursos recaudados por el Gobierno, para el debido cumplimiento del beneficio colectivo de la sociedad.

De otro lado, considero que la cultura de la contribución no solo aporta beneficios a la sociedad sino también a las personas que la ponen en práctica, ya que se presenta como una alternativa necesaria para el cambio social, fomentando la colaboración, el compromiso, la honestidad y la responsabilidad colectiva para la construcción de una sociedad más justa y equitativa.

No puede existir control social ni cultura de la contribución que funcione en una sola vía, es decir, estableciendo el deber de tributar a los ciudadanos sin que la población comprenda en realidad en que consiste el ciclo de la contribución, entendido como un proceso sistemático, en el cual a través de un ordenamiento jurídico se crea el impuesto, se distribuye, se invierte y controla; para tal efecto la Dirección de impuestos y Aduanas de Colombia, en adelante DIAN es una de las entidades responsables para recaudar, (dado que también recaudan impuestos y contribuciones, las cámaras de comercio, las alcaldías y gobernaciones) mientras que el ciudadano contribuye solidariamente y a la vez recibe bienestar social a través de bienes y servicios que el gobierno como ejecutivo administrador del Estado devuelve en inversión para los ciudadanos; sino que la cultura de la contribución debe convertirse en una cátedra fundante en los estándares y lineamientos curriculares de la educación básica y media como también en los programas de pregrado que forman a los futuros administradores contadores, directivos, alcaldes gobernadores y demás mandatarios del país, quienes por antonomasia deberían ser los mas conocedores de los valores tales como: la honestidad, la pertenencia, el respeto y la solidaridad que promueve el estudio y aplicación de la cultura de la contribución,

En concordancia con lo anterior, Colombia necesita gobernantes altamente formados en cultura de la contribución y en control social que les permita ser personas responsables y honestas en el manejo de los impuestos que se recaudan y que no obedezcan a componendas políticas de cualquier tipo de partido, sino a la necesidad que tiene el pueblo y a lo acordado a través de un plan de gobierno. Mientras no se exija que los gobernantes estudien y apliquen cultura de la contribución, será muy difícil que se reduzcan los niveles de corrupción en el manejo de la cosa pública.

En Colombia, en la actualidad algunas universidades ya están desarrollando investigación en el área de cultura de la contribución, tal es el caso de la Universidad de Manizales, con su Maestría en Tributación que tienen una línea de investigación especializada para realizar estudios de como masificar la cultura de la contribución en las facultades de ciencias económicas de otras universidades del occidente colombiano como mecanismo para mejorar el buen uso de los recursos recaudados y que los futuros empresarios y gobernantes comprendan la importancia del deber de contribuir con el pago oportuno de sus impuestos y obligaciones en pro del bien común.

En conclusión, debo mencionar que, desde mi percepción como ciudadana colombiana, la cultura de la contribución y el control social están estrechamente relacionados ya que; una cultura de la contribución activa requiere un control social efectivo, para garantizar que esta contribución se realice en un marco responsable y ético y que las personas comprendamos el deber de contribuir, como mecanismos para que el gobierno pueda desarrollar su plan de gestión en pro de mejorar las condiciones de vida de todos los ciudadanos.

 

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