Dormir bien –y soñar– es el regalo más preciado que podemos darle a nuestro bienestar físico y mental. Los estudios así lo comprueban. Sin embargo, solemos preocuparnos más por comer bien o ejercitarnos, que por pasar buenas noches. Millones de personas dan vueltas en sus camas sin conciliar un descanso reparador. Ni dormimos lo suficiente, ni lo hacemos a gusto. Sin embargo, está en nuestras manos cultivar un sueño profundo.

Podemos aprender a soñar, para nutrir nuestra salud emocional y nuestra creatividad.

Dormir es una cuestión de conciencia.

“El sueño es un asunto más que importante. Es vital. La manera como dormimos y soñamos determina el modo como vivimos. Y viceversa. El sueño es un proceso fascinante que alivia y repara todas las funciones del cuerpo y del cerebro”.

En este libro, Rodrigo Restrepo Ángel nos ayuda a comprender y cuidar el tiempo del descanso, nos invita a navegar y sanar las malas noches, nos enseña a sembrar sueños –y a interpretarlos–, nos abre al mundo de los sueños lúcidos y otros asombrosos fenómenos de la mente. Basado en las más recientes investigaciones científicas, en la mitología, la psicología y la antigua sabiduría de Oriente, nos ofrece además 19 prácticas —entre meditaciones y ejercicios—, para entregarnos a gusto en los brazos de Morfeo, noche tras noche.

Algunos fragmentos:

"El sueño es un fenómeno fascinante, increíblemente sutil y complejo. No hay un órgano del cuerpo ni una función cerebral que no se nutra gracias al sueño. Es simplemente vital. Dormir es nada menos que uno de los cuatro impulsos biológicos fundamentales —junto a comer, beber y reproducirse—, aquellos procesos que nos mantienen con vida. La ciencia ha conseguido explicar el propósito y el funcionamiento de estas tres necesidades básicas desde hace décadas o incluso siglos. Sin embargo, el sueño —el cuarto impulso— se ha mantenido como “uno de los últimos grandes misterios biológicos”. >

Página 28

"No somos máquinas: nuestro cuerpo, así como nuestros sistemas energéticos y psíquicos, son entramados complejos y delicados. Más vale cultivar algunos movimientos sostenibles, aunque pequeños, que intentar cambios radicales a la fuerza. Por experiencia propia he llegado a comprender que las transformaciones genuinas en nuestra vida no son cuestión de fuerza, ni siquiera de seguir un método estricto. Los cambios reales son cuestión de cuidado y de estrategia. La salud, la verdadera salud, requiere algunas tomas de conciencia, pero sobre todo brota de la necesidad de reconocer nuestras necesidades, las de fondo, y de aprender a atenderlas con apertura y sinceridad. Te propongo cuatro campos o categorías para invitar a tu potencial de vitalidad y lucidez: (I) la conciencia del cansancio natural, (II) la conciencia del cronotipo, (III) la conciencia de los estimulantes y (IV) la conciencia de la luz".

Página 81

"Es cierto que el sueño profundo tiene mucho de místico. Es el momento en el que predominan las ondas delta, aquellas con más baja frecuencia en el espectro eléctrico del cerebro. Hasta los científicos puros y duros asocian esta actividad a un mantra. Es como si todas las células cantaran al unísono y eufóricamente, y luego todas, al mismo tiempo, entraran en absoluto silencio durante varios segundos. El canto de las neuronas retornará entonces de manera muy predecible, generando el efecto de mantra o de oleaje armónico. En otras palabras: las ondas delta del sueño profundo son altamente sincrónicas. Y eso significa algo muy importante: en su territorio más hondo, el cerebro está conectando y comunicando entre sí sus zonas más lejanas. Se trata de un estado muy activo de unificación cerebral".

Página 103

> "Lo que llamamos insomnio es un espectro muy amplio de experiencias personales, atravesado y nutrido por diversos hábitos y factores. Hoy sabemos, por ejemplo, que en ciertos casos tiene un componente genético, pero también puede ser efecto de algunos medicamentos, de los cambios hormonales en la menopausia o de eventos traumáticos. Ya hemos visto que la cafeína, el alcohol y la luz azul de los dispositivos electrónicos desempeñan un papel fundamental en la ecuación, tanto como la desconexión de nuestro ritmo circadiano. Sin embargo, cuando todos estos elementos se neutralizan y se equilibran, y aun así persiste el insomnio, lo que sale a flote es una fuerte influencia de la ansiedad. La causa profunda del insomnio es ante todo emocional".

Página 112

"El ejercicio emocional es sutil y, de nuevo, requiere de práctica. Es posible ver el miedo sin miedo, la ira sin ira, la tristeza sin tristeza. Para sembrar sueños, necesitamos cultivar en nosotros una franqueza de sentimientos, pero sin dejarnos arrastrar por ellos. Hemos de recordar que, al incubar, estamos entrando al templo: el lugar donde habita lo sagrado en nosotros. De modo que la clave está en nuestra capacidad serena y genuina de evocar ese sentimiento de lo sagrado. Es ese ámbito íntimo y benéfico el que libera nuestra emotividad sincera y real".

Página 159

"Es muy usual que despiertes durante la noche tras un sueño. Ese pequeño despertar puede ser corto, o más largo, dependiendo de la intensidad del sueño. Programa tu mente con la intención de recordarlo. No es casual que un sueño te despierte, y cuando ocurre, es porque contiene información relevante para tu mente de vigilia. Tómale una “foto mental” a la imagen central de tu sueño, y luego relájate (hay personas que tienen una grabadora en su mesa de noche para tomar nota cuando un sueño las despierta en la madrugada). Registrar tus sueños —de manera escrita, grabada o mental— es un mensaje claro para tu mente profunda: le dice que estás dispuesta a recibir sus símbolos, sus conexiones, sus comprensiones más allá de la mente racional".

Página 163

Sobre Rodrigo Restrepo Ángel:

Es profesor de meditación, yoga y Un curso de milagros, y formador de profesores de la escuela Happy Yoga en Colombia. Fue el editor y principal escritor del especial Viaje a la mente (revista Semana, edición 1244), ganador del premio del Círculo de Periodistas de Bogotá al mejor trabajo en periodismo científico (2007).

Se gradúo magna cum laude en Ciencia Política de la Universidad de los Andes y es maestro summa cum laude en Filosofía de la Universidad Javeriana. A los 26 años conoció a su maestro, un encuentro que transformó definitivamente su perspectiva de vida.

Es autor de los libros Meditar (2021), El retorno de la Diosa (2015) y Círculos de misterio (2012). Ha compuesto y producido los álbumes musicales Ong Sohung – Música circular (2011), Semilla (2014), Gurú (2016) y AMA (2017). Es padre y esposo.