Joha Sax

El Libro Perdido es un Café-Librería, situado en Circasia detrás del templo, que con el paso de los días y la creciente afluencia de turismo regional se ha convertido en un placentero sitio en donde convergen la cultura y la buena mesa.

Este sábado 29 de abril, desde las primeras horas de la noche y hasta donde el cuerpo y la ley aguanten, se realizará un triple evento a cargo de la agrupación quindiana Los Muchachos de antes, que comprende un show de boleros con Mónica Ródez, un recital de Jazz con  Joha Sax y el cierre con una selección de Tangos, en las voces de Mónica y Hernán Jairez.

Mónica Ródez, la última de las cantantes en ingresar a Los Muchachos de Antes, será quien abra el evento de sábado en la noche con una jugosa tanda de boleros que rinden tributo a algunas de las eximias intérpretes de este género corruptor de mayores, como Virginia López, Toña La Negra y María Luisa Landín. Aunque la incursión en el canto no estaba presupuestado en el itinerario de sus realizaciones, con celeridad ha logrado comenzar a cimentar un estilo y una notable expresión vocal.

Joha Sax, ha sido el nombre artístico que en un momento decisivo de su vida escogió esta  joven saxofonista, oriunda de La Victoria Caldas.

El talento musical de Joha es una cualidad que fluye a borbotones de su saxo alto cuando encara la interpretación de ese Jazz fraseado con  sensualidad, que convoca a la poética del romance. Consigue con su estilo que los espectadores disfruten a plenitud la voz de un  saxofón alto que ratifica nota a nota lo que es tocar con el alma mediante la comunión del ejecutante con su instrumento, sobrevolando los rigores académicos que suelen castrar la verdadera razón del arte de la música. Vale decir,  cumple con suficiencia el imperativo de saber dialogar con el corazón y el |oído del público.

Hernán Jairez,  está recorriendo los últimos metros, cuesta arriba, en pos de sus primeros treinta años de Tango y bajo. A mediados de 1994, se vinculó a Los Muchachos de Antes, cuando Libaniel Marulanda, su fundador, montó una taberna, justo allí donde hoy existe la intersección Calarcá-Circasia. Este montón de años le otorgan de modo simple y veraz la madurez y el conocimiento que exige este género que definió Enrique Santos Discépolo como un pensamiento triste que se baila.

Porque hay que decirlo a lengua suelta: Cantar es una posibilidad del ser humano, pero cantar tangos es otra cosa porque aunque suene a paradoja, el Tango no se canta; el Tango se dice.

Tres décadas para un cantor que descubrió a tiempo qué es lo que canta, y que debe saber cómo se transmite aquello que siente al cantar, de paso le aportan en el noche a noche de su adorada rutina más y más canciones del compás del dos por cuatro. Y ahí le sobreviene el tormento de saber qué cantar y qué no, porque el gusto del público tiene a conservatizarse pero el Tango trota al ritmo de la dinámica social. Y al cantor lo aterroriza por igual dejar de gustar por ser repetitivo que ser repudiado por tratar de que  su público conozca otras canciones nuevas o mejores. ¡Háganme el favor!

En el grupo Los Muchachos de Antes, con Jairez y los demás cantores, hemos resuelto  casi del todo el problema: tenemos tres repertorios. El de los clásicos, el de los mejores  y el de tarima. Como podrá suponerlo el lector, los tangos de tarima, suelen tener mayor aceptación.

Antes de que la Inteligencia Artificial se tome del todo el arte de la Música y la Literatura, quienes elegimos el oficio de los sonidos necesitamos cada vez con mayor urgencia que el público asista a los eventos en vivo. Y este sábado de Boleros, Jazz y Tangos está pidiendo pista en el corazón de los amantes de la cultura y el entretenimiento. Nos veremos en El Libro Perdido de Circasia

Calarcá, abril 28 de 2023

[email protected]