El departamento del Quindío es la región colombiana con menos riesgoso para invertir en Colombia, según el Índice de Riesgos Subnacional 2022, medida por la compañía Colombia Risk Analisis. El Quindío pasó, en el último año del tercer al primer puesto. Sin embargo, el informe centra su análisis en temas como corrupción política, y califica la región como un departamento donde no se han destituido gobernadores y alcaldes en los últimos diez años, lo que es totalmente falso.  La medición se hizo en ítems de seguridad, riesgo político, condenas al gobierno por actuaciones del propio Estado, economía, institucionalidad y medio ambiente, entre otros.

Seguridad:

Esto dice el informe sobre la seguridad: “Con una población de más de 500 mil habitantes, durante 2021, el departamento se ubica en el puesto 15 en la categoría de seguridad (riesgo moderado). Tuvo una tasa de 34 homicidios y 9,4 extorsiones por cada 100 mil habitantes. No se presentó ningún secuestro. Pero se presentaron dos masacres y un líder social asesinado. Esto, adicional a la ausencia de cultivos de coca, sugiere que en el territorio hay una baja o una nula presencia de grupos armados, lo que para las empresas significa la posibilidad de realizar sus actividades sin el riesgo de posibles ataques contra su infraestructura, maquinaria o contra sus trabajadores, ni tener que hacer pago por extorsiones, rentas o ante secuestros exprés”.

Región del Eje Cafetero

Quindío hace parte del Eje Cafetero (el cual está conformado también por los departamentos de Risaralda y Caldas), por lo que, pese a las cifras presentadas en el párrafo anterior, el hecho de que la región integra diferentes mercados y articula rutas comerciales desde y hacia Antioquia, Bogotá, el Magdalena Medio y el Pacífico, ha significado la presencia de diversos grupos armados que buscan el control sobre estos corredores.

Presencia del Ejército

En el departamento hace presencia la Octava Brigada de la Quinta División del Ejército Nacional con cuatro batallones en los municipios de Armenia, Montenegro y Génova. Es probable que, esta presencia brinde garantías de seguridad para las empresas, sus activos y su personal, ya que mitiga el riesgo de presencia de grupos armados y actos violentos como terrorismo y secuestros. Adicionalmente, cabe resaltar que su extensión geográfica es un factor que beneficia el control territorial por parte de la fuerza pública.

¿Bajo riesgo político?

De acuerdo con la publicación, Quindío es el quinto departamento con menor riesgo político de todo el país (riesgo muy bajo). Y anota: “2008 a 2021 en el departamento no se han presentado destituciones o renuncias de los gobernadores electos. Esto para el sector empresarial es un factor positivo al momento de invertir en el departamento, puesto que la estabilidad política da una garantía para el desarrollo de actividades del sector privado, así como la posibilidad de establecer una buena relación entre gobernadores, comunidades y el sector privado”.  

En este caso, el estudio desconoce las destituciones de cuatro alcaldes y una gobernadora. En realidad, entre 2008 y 2018 se dieron las destituciones de los alcaldes David Barros, Ana María Arango, Luz Piedad Valencia y Carlos Mario Álvarez, como también la exgobernadora Sandra Paola Hurtado Palacio. Incluso, tres de estos alcaldes pagaron cárcel por delitos de corrupción: Luz Piedad Valencia, Carlos Mario Álvarez y David Barros, prófugo actual de la justicia.

¿Bajo índice de delitos en el sector público?

El informe también indica que, en el 2021, Quindío estuvo dentro de los departamentos con menos casos de víctimas por delitos ligados al sector público. Ocupó el séptimo lugar por amenazas contra defensores de derechos humanos y servidores públicos (con 25 víctimas). El quinto lugar en delitos de régimen constitucional y legal (con cuatro víctimas); delitos de la celebración indebida de contratos (con ocho víctimas); y por delitos de abuso de autoridad por acto arbitrario o injusto (con 10 víctimas). En este caso, también el informe es timorato, en el sentido de que el departamento del Quindío y la ciudad de Armenia ha tenido, en los últimos diez años grandes escándalos por delitos ligados con el sector público.