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Economía  |  29 noviembre de 2022  |  12:00 AM |  Escrito por: Administrador web

Cafeteros de Colombia piden la verdad sobre las ventas a futuro

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Los colectivos de productores del agro colombiano denominados Dignidad Cafetera y Dignidad Agropecuaria pidieron a las autoridades del sector y al propio gremio cafetero nacional, analizar en el Congreso Cafetero que se reúne a partir de este miércoles en Bogotá, los graves problemas que aqueja la caficultura nacional, pero muy especialmente lo atinente a los compromisos adquiridos e incumplidos con las ventas a futuro de café, así como la situación social de los trabajadores del campo.

“La caficultura sufre todos los males del agro nacional: altos costos de los insumos, crédito insuficiente y costoso, vías terciarias y rurales en pésimo estado, carencia de asistencia técnica e investigación, cambio climático, baja producción, importaciones del grano y un largo etc.”, sostienen las organizaciones de base, que piden al Congreso estudiar los siguientes temas:

Reclaman la verdad sobre la compra de café a futuros

“Las lecciones de la “compra de café a futuros” para el Fondo Nacional del Café, FoNC, y para las cooperativas de caficultores, a fin de saber -por parte de los caficultores- la verdad sobre el manejo de los recursos del FoNC. Sobre la base de la experiencia vivida ¿deben las cooperativas seguir colocando “café a futuros”? y, si lo van a seguir haciendo, ¿en qué condiciones lo van a hacer? ¿bajo cuál reglamentación? y ¿quién garantizará que la misma se cumpla? y ¿Por qué en medio de la crisis que se presentó, FNC no hizo nada para evitar mayores pérdidas del FoNC? Producto de lo sucedido en los años 2020, 2021 y 2022, se está ante la necesidad de resolver la situación económica en la que quedaron muchas cooperativas y, el papel jugado y las decisiones de la cúpula de la FNC, incluidos los miembros del anterior gobierno en el Comité Nacional de Cafeteros.

Estas decisiones deben garantizar que las cooperativas sigan existiendo, puedan cumplir con el papel fundamental de ejercer la garantía de compra, hacerlo en todos los municipios y corregimientos Colectivo Por la Verdad Cafetera cafeteros y en condiciones de eficiencia y con márgenes de ganancia que les permita cubrir los costos de esa labor clave para el ingreso de los caficultores colombianos. Para resolver la necesidad de entrega de café en grano, donde se presentaron incumplimientos por parte de caficultores, en los años referidos, y que se van a presentar, seguramente, en los próximos años, se requiere tener en cuenta los efectos del cambio climático, los nuevos costos de producción y otros factores en la entrega del grano, al igual que saber, a ciencia cierta, cuántos kilos de café colocado por algunas cooperativas responden a lo que se conoce como posiciones propias. Debe crearse un organismo, con participación de Dignidad Cafetera, que permita saber, la verdad en este asunto y, buscar plazos reales para la entrega del grano, con medidas y recursos económicos que en todo caso involucren a las cuatro partes comprometidas.

El precio del café y la especulación de la bolsa

Los precios internacionales del café están sometidos a la especulación propia de los corredores de bolsa y son trasladados al mercado nacional. Un análisis del mercado mundial indica que vamos a tener, seguramente, precios a la baja, así muchos analistas consideren que la recuperación de la producción brasilera de arábiga es aún muy escasa para cubrir el faltante mundial.

Para nosotros, los precios deberían responder a un análisis de los costos de producción de nuestro café, incluidos todos los costos laborales y financieros, a más de una tasa de ganancia para el productor, que permita fijar precios mínimos a los cuales se venda nuestro grano. Y, ahí, debe hacerse una inmensa labor, liderada por el gobierno nacional, con los demás países productores para alcanzar precios justos para el café. En este sentido son varias las propuestas que deberían estudiarse para que, si caen los precios de venta del grano, por debajo de los costos de producción, podamos exigir a los compradores, que son pocas firmas -casi todas multinacionales- negociar precios por fuera de los señalados en las bolsas de valores. Resolver estos asuntos nos permitiría evitar que, después de cada crisis de precios miles de productores queden endeudados y, si no fuera por las luchas dadas, que permitieron a miles de ellos acceder a programas como el FONSA, el PRAM y otros de alivio a los deudores, seguramente habrían perdido sus tierras. Sin embargo, y por varias razones se han excluido, repetidamente, a miles de productores de esas políticas de alivio. Eso debe corregirse.

El envejecimiento de los cafetales

Otra situación que aqueja a los productores de café está relacionada con la merma en la producción nacional por el envejecimiento del parque cafetero nacional. Se suspendieron los programas de renovación de cafetales y el incentivo a la capitalización rural, lo que condujo a que se rompiera el ciclo anual de renovación de cafetales, se bajara la producción nacional y se envejecieran los arbustos. Esto además está acompañado por unas cifras que son, también, materia de Verdad Cafetera ya que, se ha afirmado durante varios años, por FNC, que no hay baja en la producción nacional. Sin embargo, en los últimos años ha caído la producción, y, sin posibilidad de seguirlo ocultando, se ha aclarado que en los años anteriores las cifras se inflaron por un contrabando de café persistente y por las importaciones del grano que ya están certificadas por datos de las exportaciones de Brasil a Colombia y cifras de la DIAN. Amerita que esta realidad se pueda confrontar y definir una política frente a las importaciones de café -se hacen mezclas con cafés importados de menor calidad- el control del contrabando y los juegos permisivos de la dirección de la FNC, ya que esta situación pone en riesgo la calidad de nuestro café, la prima en el mercado mundial y la certificación de origen.

Mayor democracia en la Federación

Un tema definitivo para corregir el rumbo, mejorar sustancialmente la política cafetera interna y jugar mejor en el mercado mundial es la necesidad de garantizar plena democracia en el seno de la FNC. Se ufanan de la participación de los caficultores en las elecciones del gremio. Sin embargo, una mirada a los mecanismos de elección y, sobre todo, al manejo y papel que juegan los comités municipales y departamentales y los delegados a los congresos nacionales de FNC, dejan ver que, los manejos del gerente y el comité nacional de cafeteros se ciñen, no a lo que expresen los delegados, sino a lo que acuerda la cúpula de la FNC. No son los cafeteros quienes deciden el rumbo de la Federación sino los administradores que imponen sus posiciones, lo que ha llevado al FoNC, en el último periodo, a graves pérdidas económicas. Eso también es parte de la Verdad Cafetera. Es necesaria una reestructuración de Colectivo Por la Verdad Cafetera la Federación Nacional de Cafeteros y la construcción de estatutos y mecanismos en la toma de decisiones, verdaderamente democráticos.

Seguridad laboral y social

Es necesario también plantear -con toda claridad- un asunto de supremo interés para los productores de café y es el que tiene que ver con las cuestiones laborales que, creemos, deben abordarse en el Congreso de la FNC. Todos están de acuerdo -en el sector agropecuario- que es indispensable acordar, al Estado, los trabajadores y los empleadores en cómo aplicar la seguridad social a los obreros del sector, en especial, a aquellos que, por las condiciones mismas de la producción agropecuaria, son trabajadores temporales, de cosecha, andariegos como se llaman en las zonas cafeteras. Los soportes claves para alcanzar unos mínimos que permitan mejorar las condiciones de vida y trabajo de los asalariados y sus familias, están ligados, sin duda, a que los ingresos de campesinos, indígenas y empresarios agrícolas que tengan a su cargo o contraten trabajadores para las diversas labores, dispongan de los ingresos suficientes para cubrir si no todas, si algunas obligaciones, que faciliten a los trabajadores acceder a sus derechos. Los asuntos claves a atender son salud, riesgos profesionales y pensiones. También está presente el subsidio familiar.

La salud, los riesgos y la pensión del campesino

En salud puede afirmarse que el Estado participa, ampliamente, a través de la afiliación que, al régimen subsidiado, tienen la mayoría de ellos. En cuanto a riesgos profesionales y seguridad laboral es claro que sería asumido por los empleadores, en su totalidad, por medio de una cuenta que permita la atención de los trabajadores en estos eventos y, quedaría, como un asunto de concertación la creación de una cuenta para pensiones de pequeños caficultores y trabajadores. Dicha cuenta se debe nutrir con recursos de tres fuentes: Una que nazca de un aporte de los caficultores, de dos centavos de dólar adicionales, por libra exportada, otro que provenga de una contribución pactada, con los compradores de café colombiano de 3 centavos de dólar por libra y un aporte del gobierno nacional que permita ajustar una pensión para aquellos que demuestren a través del censo cafetero o las ventas de café a las cooperativas o en registros de los resguardos indígenas o en los préstamos de instituciones de crédito. En el caso de los trabajadores temporales podría certificarse a través de declaraciones de propietarios, planillas de pago de salarios en cosecha, registros de pagos en bancos, que tienen más de 20 años de trabajo -en la actividad cafetera- y 60 de edad. El fondo recaudaría por un espacio de tiempo de 5 años, antes de empezar a pensionar a quienes llenen requisitos. Una solución de este tipo ayudaría a retener trabajadores en el campo y garantizaría que dispongan de condiciones que, realmente, mejoren el bienestar de los obreros temporales. Otros asuntos de salud y salubridad de los trabajadores deberán mirarse con mayor detenimiento”.

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