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Mascotas  |  23 noviembre de 2022  |  12:01 AM |  Escrito por: Administrador web

Las vacunas contra la leishmaniosis canina: ¿son efectivas?

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La leishmaniosis es una de las enfermedades más frecuentes en perros y, por ello, todo aquel que conviva con uno debe conocerla, identificar sus síntomas y, sobre todo, tomar medidas necesarias para prevenirla ya que se trata de una patología que no tiene un tratamiento curativo.

Se trata de una enfermedad parasitaria transmitida a través de los mosquitos Flebotomos que, a través de su picadura, transmiten el protozoo del género Leishmania, que vive dentro de ellos, aunque su transmisión también puede ser transplacentaria (de madre a feto) y sexual (durante la cópula).

En cuanto a sus síntomas, son muchos y diversos, los más habituales son adelgazamiento, problemas cutáneos, onicogrifosis (aumento exagerado del grosor de la uña), problemas articulares y cojeras, alteraciones oculares, vómitos, diarreas y anorexia.

"El diagnóstico se consigue a través de test rápidos, serología IFI o PCR, y los casos positivos deben complementarse con un título de anticuerpos, una proteinograma, una analítica general y un uroanálisis.

Por desgracia, no existe un tratamiento curativo de la enfermedad, de ahí que la prevención sea un factor determinante. En zonas endémicas se consigue mediante el uso anual de antiparasitarios externos, inmunomoduladores y vacunas; mientras que, en zonas con menos incidencia, puede ser suficiente con el uso de antiparasitarios externos.

Actualmente, en Europa solo hay disponible una vacuna, la compuesta por el principio activo "proteína Q", una proteína recombinante que contiene cinco antígenos de L. infantum, y sin adyuvante.

La primovacunación consiste en la aplicación de una dosis única por vía subcutánea y la revacunación es anual. Esta vacuna solo debe ser administrada a perros sanos, a partir de los seis meses de edad y, hay que recordar que no la evita, pero reduce el riesgo de desarrollar la enfermedad.

Los expertos aseguran que, además de usar los antiparasitarios para evitar que nuestro perro contraiga Leishmania, la vacuna puede ayudar en este proceso aumentando la barrera al Flebotomo.

Esta vacuna estimula el sistema inmunitario del perro para que, en caso de que el Flebotomo le pique y le transmita la enfermedad, su sistema inmunitario sea más fuerte frente a ella. Estudios realizados sobre la vacuna han demostrado una eficacia del 72 por ciento en la prevención de la enfermedad.

Como ocurre con las vacunas, su inoculación puede conllevar algunos efectos secundarios. Normalmente no se presentan, pero a veces puede producirse una pequeña hinchazón o picor en la zona donde se le ha inoculado la vacuna, que desaparece a las pocas horas sin ningún tipo de secuela.

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