De las 261 ponencias que fueron puestas a consideración de los organizadores de la Cumbre Global de Educación Virtual Educa, que se cumple en Medellín desde el pasado 19 de octubre, se seleccionaron 98 para ser socializadas en el marco del certamen. Dentro de ellas está la que lleva por título: “Participando del cambio desde las prácticas de la ciudadanía global”, cuyo autor es el docente quindiano en tecnología e informática, Carlos Arturo Montoya Palacio, con una experiencia de cerca de treinta años en ese campo

El ponente quindiano es ingeniero en sistemas de información de la Universidad Autónoma de Colombia, especialista en edumática de ese mismo centro de educación superior y con un posgrado en educación personalizada de la Universidad Católica de Manizales.

La Cumbre Virtual Educa busca favorecer en Latinoamérica la ejecución de objetivos como garantizar una educación de calidad inclusiva y equitativa; promover las oportunidades de aprendizaje permanente para todos; alcanzar la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y niñas. Este vigésimo tercer encuentro internacional: transformando la educación desde la ciencia, la tecnología y la innovación tendrá su tercera y última jornada este viernes 21 de octubre.

Acerca de su trabajo para la cumbre, Montoya Palacio manifestó que “durante las dos últimas décadas, he asistido en primera persona (como alumno, educador, usuario) a los vertiginosos cambios producidos en la cultura sobre el uso de las tecnologías de la información y la comunicación en sus más diversas expresiones, así como también a la sistemática depredación de nuestro territorio como consecuencia de la denominada nueva bonanza o también “fiebre del oro verde”.

Estimó que “la escuela entendida como el “territorio amplio” para educarnos en tiempos de post pandemia, no puede sustraerse a las nuevas dinámicas que le propone la sociedad y debe procurar permanecer vigente en la medida que ha facilitado espacios para la integración de los diversos niveles de la escolaridad, desde el uso y buenas prácticas tanto por el uso de las tecnologías como por las medidas de la conservación de nuestro ecosistema”.

“Es por esto – recalcó - que es muy relevante el modelo pedagógico del aprendizaje de servicio solidario en el proceso del diálogo intergeneracional para la praxis de la ciudadanía global en nuestro país, precisamente por hacer parte del “paisaje cultural cafetero” y porque urgen nuevos escenarios desde lo local donde se privilegie la conservación de nuestros ecosistemas –como parte integral de nuestra reconciliación como patria- tanto para el aprovechamiento y bienestar de las actuales generaciones sino también para las futuras”.