Por Fernando Jaramillo Botero

El municipio de Aranzazu está ubicado en la cordillera Central al norte del departamento de Caldas y hace parte del proceso fundacional de colonos antioqueños que en noviembre de 1853 tomaron la decisión de fundar un pueblo entre las montañas por donde se dirigían al sur buscando nuevas tierras y lugares para sus poblamientos, colonizando terrenos y cultivando café que ya tenía un buen mercado en Antioquia y cada vez más aumentaban las exportaciones hacia el viejo continente; también hay ganaderías de carne y leche, cerdos, avicultura y peces. Su nombre se debe al español José María Aranzazu quien a través de una cédula real se hizo propietario de miles de hectáreas baldías de la nación que luego fue vendiendo a los colonos interesados en cultivar y tener su predio, adicionalmente los pobladores pidieron por virgen patrona a Nuestra Señora de Aranzazu.

Los derechos de la concesión fueron logrados por Juan de Dios Aranzazu, hijo de José María, pero los colonos haciendo valer sus derechos ya otorgados por la nueva república de Colombia siempre argumentaron la invalidez de los títulos otorgados por la corona española, popularmente se decía que “triunfo el hacha y el machete sobre el papel sellado”.

Su topografía quebrada lo hace muy particular y permite el descenso de varios ríos que irrigan los cultivos de café, caña panelera, plátano, fique y aguacate, así mismo las caídas de agua y algunos puntos de los ríos forman balnearios naturales donde propios y visitantes disfrutan la pureza del agua: la producción de cabuyas, lazos y empaques derivados del fique han aumentado y hoy es un producto muy importante en su economía, extensos cultivos de este familiar de los magueyes y los agaves se observan en sus laderas y cercas vivas contribuyendo a fortalecer la economía campesina, cada dos años se celebra la fiesta de la cabuya donde campesinos y artesanos muestran sus mejores productos. Su arquitectura es similar a la de los pueblos del norte caldense pues sus casonas son construidas con la misma madera y las mismas técnicas artesanales pero muy bien definidas, el templo de Nuestra Señora del Rosario se destaca en el parque de Bolívar y sobresale de las casas de bahareque del municipio; los Santuarios de Nuestra Señora de Lourdes y el Señor de la Buena Esperanza son sitios de continua peregrinación; miradores en la parte alta permiten disfrutar del paisaje.

El municipio de Aranzazu tuvo un cable para el transporte del café y también se usaba eventualmente para transportar personas, aunque era demasiado riesgoso; caso similar se presentaba en el cable de Manizales a Mariquita que cruzaba por encima del nevado del Ruiz. Aranzazu tuvo una época dorada entre 1928 y 1938 gracias a este sistema de transporte que después de un accidente perdió confianza y fue abandonado totalmente en 1942 siendo desplazado por el tren y por los camiones que ya se iban posicionando en el gusto de los comerciantes y transportadores, así mismo la vía carreteable es trazada por otra zona lo que aísla a Aranzazu del desarrollo y comercio con Manizales y Medellín. Después de más de medio siglo han vuelto los cables y hoy vemos este sistema nuevamente en Manizales, en Bogotá, en Medellín y en Pereira ofreciéndose ya como medio de transporte urbano de pasajeros con gran aceptación y eficiencia.

Algunas tribus indígenas habitaron la región y entre ellos se destacan los Picaras que cultivaban maiz y productos de subsistencia, con el maiz hacían chicha y se emborrachaban en grandes festivales donde los hombres tienen el dominio de su familia, la mujer indígena es sometida por el machismo que siempre ha imperado en las tribus indígenas.

Junio de 2022