Cuando inició la temporada de fichajes en Colombia a finales del año pasado, Gabriel Camargo se puso el objetivo de crear un gran equipo que pudiera dar pelea en la Copa Libertadores de América a la que su equipo, el Deportes Tolima, había clasificado después de obtener el título de la liga colombiana en el primer semestre del 2021.

El empresario contactó jugadores de gran nivel en el futbol nacional e internacional. Primero fue Michael Rangel, delantero proveniente del Junior de Barranquilla. Después logró la llegada de Alexander Domínguez, arquero que clasificó al mundial con Ecuador. Y luego consiguió las contrataciones de Andrés Ibargüen, Jeison Lucumí, Bryan Rovira, entre otros futbolistas. Todos, sin gastar un solo peso.

Fue tan bueno el negocio de Gabriel Camargo que, a día de hoy, el Deportes Tolima que armó a principio de año es uno de los mejores equipos de futbol de Colombia.

Logró clasificar segundo a los cuadrangulares finales del torneo nacional, y firmó un tremendo partido frente a, nada más y nada menos, que uno de los candidatos a ser campeón de América. El pijao fue a tierras brasileñas y se impuso 1-2 al Atlético Mineiro, y aseguró su paso a los octavos de final de la competición internacional.

El equipo no se dejó amedrentar por la afición local, y supo hacer las cosas durante los 90 minutos. Michael Rangel puso el 0-1 en el minuto 53; pero cuando todo parecía controlado un error del portero Domínguez permitió el gol del rival. El partido iba a terminar en tablas y llegó toda la velocidad de Jeison Lucumí, quien dejó a un rival, hizo una diagonal y pinchó la pelota sobre el arquero del Mineiro para dar la victoria al conjunto vinotinto y oro.

No hay duda que Camargo es el dirigente más importante del futbol colombiano, su equipo lo demuestra cada vez que sale al terreno de juego. El partido fue una dedicatoria a su esfuerzo en los últimos años, sobre todo conociendo que en las semanas recientes ha tenido que luchar de frente contra una grave enfermedad.