Por Iván Restrepo

El Turismo literario, o “viaje literario”, es una modalidad de turismo cultural que se desarrolla en lugares relacionados con los acontecimientos de los textos de ficción o con las vidas de sus autores. Esto podría incluir seguir la ruta de un personaje de ficción en una novela, visitar los escenarios en que se ambienta una historia o recorrer los sitios vinculados a la biografía de un novelista.

(Tomado de Internet, Wikipedia)

Dentro de las nuevas tendencias del turismo, la literatura juega un papel protagónico. No es difícil encontrarse uno con paquetes y planes turísticos invitando a la gente a conocer los destinos en donde nació, vivió, creó su obra o murió un personaje de la literatura, sea esta regional, nacional o universal. Personalmente siempre me he sentido atraído por esos lugares ligados a tantos maestros de la literatura universal: Pablo Neruda con Valparaíso en Chile, Jorge Amado con Salvador de Bahía, Borges con Buenos Aires, Gabo con Aracataca, Mompós y toda la tierra de su Realismo Mágico; William Shakespeare, conocido también como el Bardo de Avon, en honor a su cuna en Stratford – upon –Avon Inglaterra; León Tolstoi, nacido en Yasnaya Polyana, Rusia y así sucesivamente, cientos de poblaciones esparcidas por el mundo cuyos personajes le dieron lustre, al punto tal que en ocasiones son la razón principal para generar un movimiento de viajeros ávidos por conocer más de su obra literaria.

Existen ocasiones en las que la ficción supera la realidad, obras de la magnitud de Jurassic Park, la obra cumbre de Michael Crichton, El Mundo Perdido de Arthur Conan Doyle, El Código Da Vinci de Dan Brown y muchos más. Estas obras de literatura de todo tipo han motivado a muchos creadores de escenarios para recrear muchas de estas novelas y ponerlas a disposición en formatos TOURS GUIADOS para todos los que van a estos lugares a vivir “In Situ” lo que pudieron leer en el libro y por qué no, audio libro.

Por mi parte en mis viajes siempre tuve presente investigar si el destino visitado fue parte de alguien en la literatura y otras manifestaciones plásticas, como es el caso de Ámsterdam y sus museos con las obras de mi pintor favorito Vincent Van Gogh, en donde siempre recomiendo no dejar de visitar el museo con su nombre; no visitarlo es para mí lo mismo que no haber visitado Ámsterdam.

Ahora bien, para un destino tan joven como nuestra región, tenemos personajes cuya obra, cualquiera que sea, es de dominio público y por lo tanto puede ser atractiva para nuestros visitantes. Necesitamos relatores a la usanza de los cuentistas de otrora que ofrezcan al turismo relatos de la región, ya que es mucho sobre lo que podemos hablar y contar: Naturaleza, Costumbres, Colonización Antioqueña, Arriería, Camino Real de Colombia a la moda de Alexander Von Humboldt, Gastronomía, La Violencia, o hasta el Tesoro Quimbaya (y los esfuerzos de la Academia de Historia por su recuperación), entre tantas otras.

Insto a mis amigos intelectuales a crear un catálogo de relatorías como lo hace en este momento mi dilecto amigo y colega Fernando Jaramillo Botero. Hay muchas historias para contar en eventos gastrónomicos, paseos, congresos, convenciones que serán del agrado de todos nuestros ilustres visitantes.

BREVES DEL QUINDIO: No se entiende cómo nuestros dirigentes le dan visto bueno al cierre de la única vía que nos une al resto del país vía Bogotá. Eso de cerrarla para una carrera de atletismo por 14 horas no es entendible, máxime cuando recién venimos de tener la vía cerrada por casi una semana completa. Les comparto un comentario de un visitante que me llamó: “Teníamos planeado ir al Quindío con unos amigos extranjeros en corta visita de trabajo a Bogotá la semana anterior y a su vez, interesados en venir de paseo al Quindío. La condición era hacer el viaje saliendo de Bogotá el viernes pasado a las 2 de la tarde para regresar sin falta este domingo a las 6 de la mañana para poder tomar nuestro vuelo de regreso desde El Dorado en horas de la noche, somos 8 personas y al final cancelamos el viaje”

Esto pasa solo acá,

Hasta la próxima,

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