• SÁBADO,  18 MAYO DE 2024

Salud  |  08 febrero de 2022  |  12:00 AM |  Escrito por: Administrador web

“Quiste”: la apariencia por la que deberías preocuparte

0 Comentarios

Imagen noticia

Cuando aparece una protuberancia en la piel es natural preguntarse sobre la causa. Los bultos y las protuberancias pueden ser tumores o quistes, y potencialmente incluso cáncer.

Sin embargo, no todo bulto va a ser un tumor maligno que requiera radioterapia. Algunos podrían serlo, pero otros podrían ser simplemente un quiste benigno. Además, existen tumores y quistes que pueden aparecer visibles o al palpar la piel y los músculos, y que desaparecen espontáneamente al cabo del tiempo.

"Un quiste es una cavidad, delimitada por una pared y rellena de un líquido fisiológico (agua, sangre, moco, líquido sinovial, líquido cefalorraquídeo). Es un saco lleno de aire, líquido u otro material que se puede formar en cualquier parte del cuerpo o debajo de la piel, incluidos los huesos, órganos y tejidos blandos.

En general, los quistes no son malignos, pero a veces pueden ser peligrosos debido a los efectos negativos que pueden tener sobre los tejidos cercanos, provocando compresión, dolor u otros síntomas asociados.

A veces se presentan como masas rojas e hinchadas, y pueden contener un centro negro. Incluso pueden producir una secreción de color blanco, amarillo o verde y, dependiendo de su ubicación, pueden ser sensibles al tacto. Además, un quiste podría moverse debajo de la piel.

Debido a la complejidad del tema, se aconseja acudir al médico ante un bulto que molesta y no desaparece. No obstante, debes tener en cuenta que:

  • Los quistes son el resultado de una lesión o irritación de una célula.
  • Un conducto obstruido dentro de un folículo piloso o un poro puede provocar un quiste.
  • El deterioro de los tejidos dentro de las articulaciones puede causar la formación de un quiste.
  • Si no se eliminan las células muertas de la piel, se puede producir un quiste.
  • La mayoría de los quistes no son dolorosos. No suelen causar problemas a menos que se infecten, sean muy grandes, afecten un nervio o vaso sanguíneo, crezcan en un área sensible y afecten la función de un órgano.

No resulta sencillo distinguir los quistes buenos de los malos a simple vista. De hecho, los quistes y tumores pueden ser detectados mediante ultrasonido o tomografía computarizada y, la mejor prueba para determinar si son benignos o malignos es realizando una biopsia.

Sin embargo, existen algunas claves que nos puede orientar si el quiste es "bueno" o "malo":

La localización: Dependiendo de dónde esté debemos preocuparnos más o menos. Hay zonas donde se encuentran los ganglios linfáticos y si aparecen "bultos" o quistes, nódulos, lesiones podría ser indicativo de enfermedad que hay que estudiar

El tamaño nos puede indicar la peligrosidad de un bulto Si el quiste aumenta de tamaño y luego disminuye, orienta a benignidad. Si es a 2 cm y va aumentando, orienta a malignidad, y cuando el tamaño es superior a 4 cm es necesario ir al especialista y realizar una biopsia.

La consistencia y la uniformidad del quiste también nos dan pistas. Si al tocarlo se deshace no es preocupante, pero si permanece duro, está rojo o hinchado hay que pedir cita.

Pero sobre todo hay que estar atento a las sensaciones que produce: si pica, escuece o duele y no se va podría ser una señal de ruptura o infección. Acude al especialista para que lo analice.

Por otro lado, existen más de una docena de tipos de quistes, según la ubicación y la causa. Por ejemplo, los quistes 'epidermoides' aparecen como pequeños crecimientos en genitales, espalda, cabeza, cuello o cara.

También son muy frecuentes los quistes 'sebáceos', que surgen de un poro obstruido y, a menudo, se encuentran en el cuello y el torso o la cara.

Otro tipo de quistes habituales son los quistes mamarios, que son sacos llenos de líquido dentro del seno que se pueden mover debajo de la piel y que, en ocasiones, pueden salir en serie. Una persona con varios quistes mamarios desarrolla una afección llamada 'senos fibroquísticos'.

También pueden aparecer quistes cerca de los tendones o las articulaciones, estos se conocen como 'ganglionares'; y los quistes 'pilonidales' se forman cerca de la hendidura de las nalgas y cerca del coxis. Si aparecen en estas zonas hay que vigilarlos de cerca ya que al estar vinculados a zonas sensibles podrían estar avisando de un problema mayor.

El chalazión, conocido como 'orzuelo', es otro tipo de quiste más pequeño pero también muy común que suele aparecer en los párpados. Los quistes mucosos aparecen en el labio o dentro de la boca, y los bultos en la parte posterior de la rodilla se conocen como quistes de Baker.

Los vellos encarnados pueden convertirse en quistes en cualquier sitio del folículo. Por ejemplo, los quiste pilares se desarrollan en el cuero cabelludo, ya que es un área con una mayor densidad de folículos pilosos. Estos suelen ser benignos y son, por lo menos, cinco veces más frecuentes en mujeres de 65 años en adelante. Asimismo, un poro severamente obstruido en cualquier parte del cuerpo podría dar lugar a un acné quístico.

En resumen, la mayoría de los bultos suelen ser benignos. Sin embargo, se debe acudir al médico para que corrobore que no hay riesgo y descarte la posibilidad de una lesión maligna. Es importante pedir la opinión de un especialista, sobre todo si se detecta la aparición de un bulto o de una herida en la piel que no cure a pesar del tiempo.

PUBLICIDAD

Comenta esta noticia

©2024 elquindiano.com todos los derechos reservados
Diseño y Desarrollo: logo Rhiss.net