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Columnistas  |  27 enero de 2022  |  12:00 AM |  Escrito por: Gilberto Zaraza

LA DOBLE MORAL II

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Gilberto Zaraza

Gilberto Zaraza Arcila

La lista del Centro Democrático - que es otro engaño porque representa realmente la extrema derecha antidemocrática, ya que allí se hace lo que diga el expresidiario Álvaro Uribe- , la encabeza Diego Javier Osorio, que su mejor carta de presentación es haber solicitado militarización y más mano dura del gobierno para responder a las multitudinarias manifestaciones de protesta por el desastroso gobierno; que ordenó disparar, asesinar, mutilar y desaparecer a cientos de jóvenes.  Apoyar la regresiva reforma tributaria, la suspensión de la ley de garantías, y oponerse a la moción de censura de los genocidas ministros de guerra, Botero y Molano, y la corrupta ministra Abudinen.

También aprobó  leyes que eran nefastas para el pueblo y favorables a los grupos económicos más grandes del país. Lo mismo hicieron los congresistas Luciano Grisales del Partido Liberal, Atilano Giraldo de Cambio Radical, y la intrascendente e incógnita Aidé Lizarazo del Mira. Todos estos congresistas se convirtieron en verdugos de sus electores a cambio de puestos, contratos y partidas presupuestales. Luciano y Diego Javier por su mediocre y pérfido desempeño no merecen la reelección.

El Nuevo Liberalismo de nuevo no tiene nada, porque Juan Manuel viene del partido Liberal y Carlos Fernando de Cambio Radical, partidos asimilados con la corrupción; han apoyado al gobierno de turno a cambio de prebendas burocráticas y han sido beneficiarios de cuantiosos recursos económicos para la fundación de la familia Galán.  Y no tenía derecho a la devolución de la personería jurídica, porque Luis Carlos Galán renunció a ella para retornar a las toldas del Viejo partido Liberal.

Este partido presenta como candidatos al congreso a  4 personas que no tienen ninguna afinidad ideológica con los postulados de Galán. Javier Baena fue el gerente de la pasada campaña de Iván Duque,  financiada por el narcotraficante José “El Neñé” Hernández. Diana Mora, uribista.  Mario Sánchez, fajardista, alianza verde,  Aico y después de quien le dé el  aval, y Eiber Arias liberal y del ADA. Por  eso la mayoría de antiguos  y destacados integrantes de ese movimiento rechazaron esos candidatos por su escogencia  de manera antidemocrática. Además, por haber engañado a la ciudadanía y traicionado la revocatoria del mandato del alcalde de Armenia, no merecen ni un solo voto de los armenios.

La coalición de las iglesias MIRA, Justa Libres y Salvación Nacional, que convirtieron la fe y la política en un negocio, presentaron una terna conformada por Julián  Villanueva, Gladis Sotelo y Rodrigo Vallejo. Estos movimientos han sido aliados incondicionales de los gobiernos uribistas,  autoritarios, enemigos de la paz y de la justicia social, y no han hecho nada por el departamento.  

Los movimientos alternativos  a nivel regional, que tenían que aprovechar la coyuntura para consolidar una sólida unión de todas las fuerzas progresistas,  confirmaron la tesis que tienen vocación suicida y ninguna ambición de poder. El Pacto Histórico Quindío por falta de liderazgo local y autoridad de la dirección nacional, permitió que un pequeño grupo de la Alianza Verde aliado con Luis Carlos Serna de la UP, por su deseo de  imponer sus 3 candidatos a dedo, rompieran el proceso de construcción de una coalición amplia y democrática, con  un proyecto colectivo de transformación política y social.

Como se impusieron los egos, los intereses personales y las imposiciones a dedo. El Pacto Histórico solo presenta una candidata impuesta desde Bogotá,  debilitada, que no respetó los procesos, sin respaldo en los movimientos de izquierda, ni en un bloque de la Colombia Humana y que solo cuenta con el aval del ADA, que no existe en el Quindío.

La Coalición de la Esperanza, que también debía ir unida, se fraccionó en 3 listas. La de la Alianza Verde con el cuestionado  y resistido Felipe Robledo, que destruyó el PHQ, dejó tirado el aval en un acto de irrespeto e ingratitud y se inscribió por los verdes.  La de Dignidad y el ASI, con Jorge Eliecer Peña, Jaime Alberto Martínez y Walter Jegen. Y la ya mencionada del Nuevo Liberalismo.

Creo que ninguna de estas listas minoritarias alcanza el umbral y  facilitan que las poderosas maquinarias de la gobernación y la alcaldía, financiadas con recursos públicos, de contratistas o del narcotráfico, se queden con las 3 curules en la cámara y contribuyan a elegir senadores de otros departamentos. Lo que les permitirá continuar manejando la administración pública regional como una hacienda privada.

A los escándalos por corrupción  de algunos de los candidatos se suman sus actos bochornosos e inmorales. Piedad Correal les mienta la madre a los periodistas.  La desvergonzada Sandra Aristizabal  presenta como un trofeo sus calificativos de quita maridos y perra; y tiene como aliada política  haciéndole campaña, a la delincuente y expresidiaria  Luz Piedad Valencia que se robó los dineros de valorización. Pero que viene por el resto.

Felipe Robledo en compañía de su grupo agrede e intimidan al grupo de un candidato de Nuevo Liberalismo y no hace nada para impedirlo. Además, podría estar incurriendo en fraude al sufragante con publicidad y comunicado engañoso, donde  descalifica a la candidata Luz Helena Forero que porque no tiene el respaldo del Pacto Histórico, e invita a votar por él que si cuenta con el respaldo de este movimiento y es el candidato a la Cámara del Pacto Histórico. Lo que es una falsedad.

 Ante este preocupante panorama, no hay posibilidades reales de cambio que nos permitan salir del atraso, la anomia, el desempleo y el deterioro del tejido social. Porque los partidos Liberal y Cambio Radical que han abanderado la corrupción y saqueado la ciudad y el departamento, tienen las maquinarias clientelares y enormes sumas de dinero para la compra de votos. Mientras las fuerzas progresistas están divididas, desorganizadas, debilitadas y con escaso respaldo económico y popular, por falta de trabajo de las bases. La opción más sensata para castigar la clase politiquera tradicional que convirtió la política y la democracia en un negocio, es invitar a votar en blanco para la Cámara de Representantes. Con  la posibilidad de repetir las elecciones con nuevos candidatos con  mejor hoja de vida, más transparencia, más respetabilidad y que jueguen limpio.

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