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Columnistas  |  19 enero de 2022  |  12:00 AM |  Escrito por: Mario Ramírez Moncada

“QUISICOSA DE LA POLÍTICA DEL QUINDÍO”

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Mario Ramírez Moncada

Cito: “Entre el gobierno que hace el mal y el pueblo que lo consiente hay cierta solidaridad vergonzosa”. Víctor Hugo

 

 

Quiero hacer un análisis desmesurado y simple, sobre lo psicosociosomático, patológico de 25 años de gobierno y los dirigentes al día de hoy.

¡Pregunta! ¿Qué es de la sociedad general de Armenia, que guarda tanto silencio ante la situación tan vergonzosa, tan ahogada de la ciudad, tan estrecha y sofocada y con dirigentes tan de pésimo corazón?

Estudiando el cinismo y la política, cito a Sócrates y a Platón, que, ya en la antigüedad, se hablaba del mismo problema del cinismo político de hoy en los pueblos y en este caso, Armenia y el Quindío, de quienes nos rigen hoy.

Resumo pues, en política hay que tener la idea del cinismo clara, el cuero duro y el corazón capaz de soportar los vaivenes de la crítica y mentir por y con piedad inclusive. Es la vivencia normal y constante de la raza humana en su historia desde aquellos luengos tiempos a hoy. Digo: “El cinismo es una constante en el poder”.

Ah, mi Armenia; ah, mi Quindío. Me iré a los años de 1970 – 1980 y 1999, qué vivencia tan agradable, aquellos días, cuando Armenia era de más o menos 120 mil habitantes, con una producción de más de 1 millón de sacos de café y hasta 1 millón 800 mil sacos de café, creo que hasta en papeles. Con regalías del café, se pavimentaron vías, se mejoraron vías secundarias y terciarias, escuelas en las veredas y energía en todo el Quindío, llegó en sus momentos a ser el departamento piloto de Colombia.

La dirigencia de aquellos días, era más prudente, era una sociedad más aplomada, el respeto era bien visible, las necesidades mínimas básicas eran de fácil acceso para toda la población del Quindío. El café era un potente motor económico, gran irrigador de dinero, este permitía una vida fácil y alegre, mucha ganancia con poca población.

Aquellos dirigentes tanto en FNC, Manuel Mejía, Arturo Gómez Jaramillo. En nuestros pueblos políticos Silvio Ceballos, Ancízar López, Juan Zuluaga y otros grandes en ética. Fue muy bien la economía y lo social y lo político en aquellos días hasta 1989.

El gobierno de Cesar Gaviria T., cambió toda la estructura económica nacional, por el neoliberalismo, la economía salvaje, y la apertura económica… un país que venía con una economía cafetera nacional, relativamente estable la aceleró, con las medidas económicas del Ministro de Hacienda Rudolf Holmes, reventando la espina dorsal económica cafetera colombiana, la UPAC generó un daño inmenso, a causa de la inflación y la devaluación. La banca sufrió una inmensa ganancia. 

En fin, de este gobierno y bienvenidos al futuro, se abrieron las puertas de la oscuridad, la nueva Constitución colombiana, transformó la democracia en más libertad en política, Alcaldes, Gobernadores, Diputados, Concejales, por votación popular, por lo tanto, la Administración Pública, sería dirigida con más autonomía regional, y por los partidos políticos de aquellos días normalmente, el glorioso Partido Conservador Laureanista; y ese otro bando que no se debe nombrar en Colombia. Bien, con el cambio tan drástico en la forma de hacer política y de dirigir, nació la astucia en aquellos corazones de familias y se fue formando un imperio que se llenó de tentáculos en todo el Quindío.

Y fueron aprendiendo la codicia y el cinismo que cobija la marrulla y la mentira, y la altanería, y otros males más, de 25 años recorridos a hoy. El imperio de estas castas políticas, terminó mostrándole al pueblo, que ellos, la dirigencia, montaron fue un fortín económico para llenar sus barrigas de oro. De “dirigir” con ética nada, ahí está la ciudad de Armenia, creció tanto en los últimos 15 años que prácticamente se cerró sola. No se previeron las avenidas de desahogo, previeron fue un atraco a las arcas del municipio mal hecho.

En fin, las Alcaldías de los últimos 25 años nombrados por votación popular en Armenia, qué son de ellos, unos pagando cárcel, otros muy cuestionados, otros huyendo, atracaron las arcas del municipio de Armenia al amaño de la oscuridad de sus corazones. Tan grande la maldad, tan grande lo visible de ellas que terminaron mostrándole al pueblo la realidad bien visible a ojos vistos, de los funestos corazones que han regido los destinos de Armenia y el Quindío los últimos 25 años.

Ellos, los que nos rigen, están pillados en su maldad.

Se acerca un nuevo período de elecciones para Cámara y Senado según la democracia para que legislen para los pueblos aquellas personas que hayan sido nombradas por votación popular bajo la Constitución del 91 Artículo 3, donde dice que el pueblo es soberano.

Entonces así como el pueblo los nombra, también los puede destituir, estos que nos han regido por 25 años deben llegar a su final, tienen que ser frenados, ya no más. Y hay una forma constitucional de hacerlo ¿cómo? Con el “voto en blanco”, “este es el candidato de la solución”. Tiene que sucederse un cambio estructural, económico y social para nuestros pueblos quindianos, en especial para Armenia, lo repito, después de 25 años de dirigencia aquí en la ciudad de Armenia…. Miseria, una ciudad quedada en el tiempo, retrasada 25 años, sí, 25 años de robos, de atracos, al erario público de Armenia.

De soluciones al crecimiento de Armenia, nada, a la indisciplina, nada, ahogada por los vendedores informales, las vías del casco urbano un desastre. Tanto desorden debe ser detenido en seco. El “voto en blanco”, el “candidato de la solución”, con una excelente disciplina del pueblo de Armenia, nos dará 200.000 votos para detener a tan pingües dirigentes que acabaron con Armenia, huérfana de la gente de bien para dirigir a este pueblo armenio hacia un rumbo que le dé mejor vida a nuestros hijos y nietos el día de mañana.

 

“Pueblo indolente”, “escucha”.

 

Cito: “La caída de los imperios que se ve con tanta frecuencia, es el resultado de que el sitial de los hombres nobles y sensatos fue ocupado por gentes de ideas obtusas y de linaje oscuro; porque los pueblos fueron gobernados por miserables, seres ignorgantes, fanáticos, y de audacia ciega”.  Azdaschir

 

El “voto en blanco”, “el candidato de la solución”.

 

 

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