Por Miguel Ángel Rojas Arias

Para muchos es un milagro. Para otros es una lucha entre las fuerzas de la muerte y las enormes ganas de vivir. Lo cierto es que Leonardo Echeverri Botina, el director del Teatro Azul de Armenia, regresó, se podría decir, del ‘más allá’, para continuar su obra en la Tierra. En ese trance de inconsciencia, se encontró con amigos muertos, incluso con su madre, que enviaron mensajes a los vivos, según su dramático relato. Toda es una historia real, pero podrá serlo, también, una obra de teatro.

EL QUINDIANO habló con Leonardo Echeverri, en su propio teatro en Armenia, donde, con 22 kilos menos de pesos, se recupera del golpe que le propinó el Covid-19

¿Cómo va su recuperación?

Bueno, pues ya llevo un mes y una semana fuera del hospital, la recuperación va super bien, me he centrado y he tenido todo el apoyo de la gente que me rodea para hacer una fisioterapia intensiva, ya estoy caminando y hablando, porque cuando uno sale de cuidados intensivos, sale como un trapo, me tenían que cargar a la silla de ruedas, no me podía mover, la voz no salía porque estuve intubado muchos días, entonces era muy complejo, pero voy superando los dolores, la angustia, las dificultades propias del proceso de recuperación. Puedo decir hoy que ha sido óptimo y maravilloso el proceso, esta es una oportunidad que la vida me ha brindado para aprender y es fabulosa.

¿Cuánto tiempo estuvo usted en UCI?

En la UCI estuve más de veinte días, en el hospital estuve treinta días y en esos días bajé 22 kilogramos.

Cuándo lo intubaron y lo pusieron en UCI, ¿usted qué pensaba?

Inicialmente cuando ingrese en la clínica de La Sagrada Familia, lo hice por una saturación baja de oxígeno, dado que estaba muy deficiente, me decían que estaba la posibilidad que me tuvieran que llevar a cuidados intensivos y me indujeran un coma, yo plantee que la parte de la intubación no la autorizaba, luego vinieron y me dijeron que si no lo autorizo me voy a morir, a lo cual yo firmé, me prestaron el teléfono y llame a Ximena, mi esposa, le comente que me iban a intubar y que hablábamos después, hasta ahí la parte consciente.

Bueno, mientras uno está intubado y en UCI, ¿no está consciente?

Mi experiencia es que entré en otra dimensión, la consciencia de lo que ocurría en UCI es nula. Yo estaba 18 horas boca abajo, a Ximena mi esposa la llamaron en ocasiones donde estaba crítico y en algún momento le dijo el médico que viniera a despedirse. Me pusieron dos vasopresores (fármaco que causa un aumento en la presión arterial), la situación estuvo según me explican los médicos lo más crítico a lo que se puede llegar. En algunos momentos decían que aquí ya no hay salvación, pensaban que iba a ocurrir un infarto por todo lo que estaba pasando en mi organismo, pero en paralelo estaba ocurriendo que muchísima gente estaba rezando, orando, meditando, trabajando la energía para mi proceso de recuperación. Toda esa energía que agradezco profundamente sirvió para que mi conexión con este terreno de la vida continuara, no era mi momento de irme. Hubo una parte muy difícil que es que mi mamá, ella entro con Covid y se murió, lo que a mí me debilito mucho. Después de eso entré a la clínica. Yo iba con mi madre, y, de pronto me soltó, en lo que yo llamo la película que viví mientras estaba en UCI.

¿Cómo describe esos momentos?

En tres etapas. La primera es donde yo iba con mi mamá y entraba a encontrarme con una cantidad de gente, familiares de Ximena, familiares míos, incluso de amigos que ya han muerto, conversaba con ellos, tenía tranquilidad, era una etapa muy normal que fue la entrada a ese submundo.

Usted me está hablando que se encontraba con las personas que ya estaban muertas, su mamá y amigos, ¿era normal?

Sí, conversé con ellos, y he dado algunas razones que ellos mandaron, ya incluso han tomado algunas determinaciones importantes por esos mensajes.

¿Cuál fue la segunda etapa que vivió en ese trance?

La segunda parte de este viaje yo lo llamo una batalla energética, los últimos ocho años de mi vida he trabajado dos líneas, una la creativa a través del teatro, la escritura dramática, la dirección y la puesta en escena; la otra línea es la parte de la salud que va en línea con lo cual realizó una terapia que se llama biomagnetismo médico, donde he atendido muchos pacientes, ya es una lista de más de 16 mil pacientes, que eso ya es mucho, así que he estado entre la creación y la sanación. En este episodio de mi vida, la segunda etapa de la estadía en UCI fue una batalla energética, con qué parámetros, el cambio de Era, Acuario, y ahí había unos combates energéticos donde a mí me tenían en las honras fúnebres, en la velación, todo el proceso de velar mi cuerpo y estaba después de ese encuentro con los amigos y familiares muertos, llegaba a la despedida de mis familiares vivos, entonces estaba además en un escenario y me traían colgado en una red, donde bajaba y me iban a despedir, ese tránsito de bajar para que me despidieran fue increíble, porque yo no estaba muerto, yo estaba en la lucha por no morir, ya me había soltado mi mamá, entonces venía, pero cuando ya llegaba a mis familiares, cuando se iba a abrir una estructura como el movistar arena, era como si fuera un gran circo, algo se habría a la luz, justo en ese momento me devolvía. En ese punto era esa batalla energética, yo estaba ubicado entre República Dominicana y Haití, era una batalla energética con un poco de cuestiones como la vibración del miedo y la del amor, entonces aquí hablábamos sobre la magia negra y ese mundo de cosas que frenan el avance de la conciencia de la humanidad, donde mi tarea era superar esa vibración para llegar al estadio del amor, donde la vibración permite el despertar de la consciencia, la generosidad, el compartir, muchas cosas que van en línea con lo que yo he hecho los últimos años, afortunadamente superé esas batallas.

¿Ganó la batalla en el campo del amor?

Sí, ahora se supone que viene una para la humanidad en general viene una elevación de la consciencia, que es de lo que se habla con el cambio de Era, viene una vibración más armónica.

¿Cuál es la última etapa?

Yo todo el tiempo estuve conectado, convocando maestros ascendidos, ángeles, seres iluminados y ahí es donde se potencia todo el nivel de oración y todo lo que hubo para que no pasará a otra dimensión y falleciera, esa fue la tercera etapa, un encuentro con seres de luz y unos mensajes, es bien extraño porque los mensajes no los tengo conscientes, se supone que en algunos meses van a volverse conscientes, es algo hasta divertido porque fue algo muy intenso, ahora por ejemplo pienso más en la física cuántica, porque digo que estuve en un tiempo paralelo, creo que la vida es eterna, tenemos el gran paso de la muerte para continuar en un tiempo paralelo.

¿En qué momento usted dice “estoy vivo”?

Hay un momento en el que a mí me sacan de UCI, primero me quitan el tubo, según lo que me cuentan es que al quitarlo mi organismo no responde, entonces después de 17 días me lo tienen que volver a poner, lo que es una compilación tremenda, estoy otro tiempito ahí, después ya me lo quitan de nuevo y empieza a responder mi cuerpo. El primer momento consciente de este plano es cuando abro los ojos y encuentro a mi esposa Ximena, ahí hay un momento de consciencia y empieza lo que yo llamo el aterrizaje, el cual viene en varios días con la medicación, hay un momento que es un delirio, entonces yo estaba delirando, Ximena me dice que yo le preguntaba que si la amaba, ella me dice que sí, entonces yo le digo que sí no me saca del sitio donde estoy nos separamos, yo estaba en un momento donde creía que me iban a matar, estaba con ese riesgo, así que le decía a ella que tenía que salir de ahí. Yo no estaba comiendo porque la doble intubación generó unos hongos que me tenían la boca cerrada, me iban a alimentar por sonda, cuando yo consciente escuché eso me empecé a obligar para comer, afortunadamente una enfermera me cortaba una especie de yerbas que me crecían en la boca, yo tenía mucho dolor, pero ella me la cortaba y liberaba la lengua para poder comer, era muy difícil porque comer significaba algo que sabia asqueroso, todo lo que comía sabía horroroso, esa fue una ventaja porque ahí empezó el proceso intenso de recuperación y consciencia.

Leonardo usted ya ha contado su experiencia, ¿usted cree qué esa experiencia alguna vez la vamos a ver en las tablas del teatro?

Pues si no es la experiencia como tal porque cuando yo aterricé, que se demoró como una semana ese aterrizaje, pensaba en “Llego” como nombre de la obra y toda esa película para ponerla en escena, ya he hecho algún trabajo con Luis Guillermo Vallejo Vargas quien pintó el teatro azul, yo empecé a contarle la película y él a pintar, también estoy escribiendo algunas cosas, he hecho algunos poemas, pero no sé si haga una obra específicamente sobre el tema, pero estoy convencido que lo que haga va a estar afectado por esa experiencia, porque es algo que marca de una manera muy impresionante, no solo mi vida sino la de todo mi entorno.

¿Usted hace cuanto regresó al teatro?

Hace una semana, cumplí un mes fuera del hospital y volví.

Contaba usted que tuvo que volver a aprender a caminar y hablar

Sí, me tenían que cargar porque no tenía movimiento de nada, la voz era incipiente y tuve que trabajar para recuperar la voz, aún estoy trabajando en ello para recuperarla, aún está afectada, para poder caminar primero fue silla de ruedas, luego caminador y finalmente lo solté y empecé a caminar, los médicos dicen que ha sido muy rápido, afortunadamente para mí, decían que iban a ser seis meses para recuperarme.

¿Cuándo lo volveremos a ver en este escenario lleno?

Ahora en septiembre empezamos la programación, yo ya estoy trabajando, cuando uno está acostumbrado a trabajar no se puede quedar en la casa porque se enferma, me decían que cómo voy a volver al teatro ahora, yo les digo que es parte de mi recuperación porque acá me siento útil y siento que mi recuperación se potencia, mi cabeza está trabajando y ya estamos con la programación.

¿Hay una obra nueva que está trabajando?

Sí, hay varias, hay una que estrenamos hace poco que se llama Dignidad, que habla de la propia dignidad del ser humano, hay otra que se llama Extraviadas, donde estoy haciendo un análisis de algo que se está normalizando en nuestro país, que se vuelve una oportunidad económica, que está generando un problema grave donde Rumania y Colombia van liderando eso por la pobreza, que son las Webcams, lo cual está expandiendo la trata de personas.

Nos alegramos muchísimo de que Leonardo este de nuevo en su teatro, en el Teatro Azul en Armenia, dado que estuvo muy cerca de morir, cuéntenos, qué le puede decir usted a la gente con relación a este tema de la pandemia, los cuidados, ¿qué les puede decir a ellos?

El punto más grave es el miedo, este potencia todo lo que tiene que ver con el Covid, este se vuelve muy riesgoso cuando hay patógenos activos, en mi caso vino la debilidad de mi organismo por la muerte de mi mamá y todo lo que esto generó, pero hay que superar el miedo, tenemos que tener unos cuidados, incluso hasta se redujo la gripe porque la higiene es mejor, pero no hay que enfermarnos del miedo porque eso es peor que el virus, lo digo yo que pase por una UCI.

Y algo que no puedo dejar de decir, es un enorme GRACIAS, porque hubo miles de personas no solo en Colombia sino en muchos lugares en los que afortunadamente he vivido y he dejado amigos, mucha gente que estuvo mandando energía para que pasara esta etapa, un GRACIAS enorme, entender que el encuentro es importante, que el abrazo es importante, celebrar la vida es fundamental, nosotros vivimos la vida no para ser felices, la felicidad son unos instantes, es para vivirla día a día, porque el tiempo pasa y se nos escapan las horas dejándolas estériles, aquí estoy yo en proceso de recuperación, pero ya activo y útil, nosotros somos seres en relación y sirve mucho más nuestra vida si significamos algo para la sociedad en la cual vivimos.