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Cultura  |  10 septiembre de 2021  |  12:00 AM |  Escrito por: Edición web

La Cumparsita 104 años

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Ayer y hoy al compás del tango

Por Darío Tobón Montoya

A nivel mundial es el más conocido de todos los tangos. Existen otros tangos que le siguen en popularidad: “El Choclo, Adiós Muchachos, A media Luz y Nostalgias”, que también se oyen en todos los países y en todos los idiomas, pero no han podido opacar a La Cumparsita. Son cosas de la popularidad y de la gloria: ni su música ni sus letras pueden ser consideradas las de más alta calidad en el universo del tango.

Los carnavales de Montevideo y de Buenos Aires, ciudades apenas separadas por el rio de la Plata, desde principios del siglo XX tomaron clara y definida diferenciación. En la capital Argentina eran días de total libertinaje de clases populares y de mujeres que se dedicaban a la prostitución: abandonaban sus burdeles, sus clandestinos en donde ejercían una profesión totalmente prohibida. Con sus mejores prendas y todo su entusiasmo se entregaban a los placeres carnestoléndicos. Pero había mínima influencia y participación de la raza negra en este festival, debido a la progresiva desaparición de ellos en la Argentina. Pero en el Uruguay su presencia se mantuvo y su música y su baile han tenido inmensa influencia en el país oriental, visible todavía hoy en los carnavales. El candombe, la expresión musical máxima de origen negro, hace pocos años fue catalogado como patrimonio inmaterial de la humanidad, como lo es el tango argentino. Tal vez una explicación de la persistencia afro descendiente en el carnaval montevideano lo da el hecho que esta capital hubiera sido en el sur el puerto de desembarco de los barcos negreros.

Uno de los elementos básicos del carnaval montevideano son las comparsas de origen negro. Son grupos de participantes en cantidad variada, a veces por decenas que marchan cantando y tocando distintos instrumentos de predominio percusivo, como cuero o lata. Para uno de estos conjuntos (es famosa la ilustración que uno ve en distintos libros de tango) un estudiante de arquitectura, Gerardo Hernán Matos Rodríguez escribió una marcha, cuyas notas las concibió en su lecho de enfermo. No hay certeza si fue para el carnaval de 1916 o 1917. Gerardo Hernán no era un desconocido: su padre Emilio era el propietario de uno de los históricos sitios tangueros de la capital, el Moulin Rouge, lugar de reunión de los más conocidos cultores del tango, situado a dos cuadras del café la Giralda. Matos Rodríguez muestra la partitura a un amigo de su padre, Carlos Warren, extraordinaria figura de los inicios del tango uruguayo, compositor, pianista y director que también introdujo el Jazz a la música de ese país. Warren le hace algunas correcciones a la música. A principios de 1917 se la lleva al gran maestro del tango Roberto Firpo, con el propósito de que convirtiera en tango la marcha, que estaba escrita en un solo tiempo. Firpo le agregó otros dos tomando parte de un tango suyo, escrito alrededor de 1910, La Gaucha Manuela que dedicó a “una mujer de la noche”. Y de su otro tango “Curda Completa” usa una parte. También se dice que de el Miserere de la opera El Trovador utilizó compases. En la noche de ese día, con los agregados lo estrena Firpo con gran éxito. Estos tangos fueron grabados por Pacho Maglio y se pueden buscar y oír en internet. El resultado fue un tango que Matos R llamó La Cumparsita que lo estrenó la orquesta de Firpo el 19 de abril de 1917 en el café La Giralda, que estaba donde hoy está situado el palacio Salvo, el primer rascacielos que tuvo Montevideo. Firpo siempre reclamó que ese tango debía llevar su nombre entre los autores, pero Matos hizo caso omiso de esta solicitud.

¿Por qué este tango se llamó cumparsita y no comparsita si se había escrito para una marcha carnavalesca?

La razón es muy simple: había en la ciudad un italiano muy popular, muy relacionado con los músicos, que no había podido dominar nuestro idioma, y hablaba el cocoliche, una mezcla de español e italiano, muy frecuentado igualmente en Buenos Aires. Nuestro personaje, al ver venir la comparsa de estudiantes decía: ahí llegó la cumparsita. A los estudiantes integrantes de ella les pareció gracioso ese cambio fonético y así bautizaron a la marcha que tocaban, que vuelta tango siguió conservando el nombre utilizado por el italiano.

El tango tuvo una acogida no muy sobresaliente sobre los otros que se oían. Pasaron los años y llega el año de 1924 y nos encontramos con Pascual Contursi. Como era su costumbre, ya lo había hecho desde 10 años atrás con otros tangos, se encontró con el tango instrumental La Cumparsita. Toma su música y la acomoda a unos versos suyos titulados Si Supieras, escritos con la colaboración de Enrique Maroni. Y queda un tango “nuevo”. Y así lo registra. Estando ocupando un cargo diplomático en Europa, Matos Rodríguez se entera de la apropiación de su tango y decide escribir una letra en 1926. Es la que comienza con esta estrofa: “La cumparsa / de miseria sin fin / desfila en torno de aquel ser enfermo / que pronto ha de morir… /. Esta letra fue forzada por las circunstancias. Desde años atrás Matos pretendía que la música de su cumparsita acompañara una letra escrita por su compatriota Víctor Soliño, situación que como se ha escrito, no se produjo.

La letra de Matos tuvo una histórica grabación en 1930 en la voz del tenor italiano Tito Schipa. Años después Ángel Vargas graba esta misma letra acompañado por la orquesta de Ángel D´Agostino. Pero es un hecho evidente que la letra de Si Supieras es la más grabada. La apropiación que hizo Contursi, sin ninguna autorización de Matos, dio lugar a un largo pleito zanjado en el año 1948, cuando todos los componentes de este juicio habían fallecido. Se dispuso dar a la familia de Matos el 80% de las regalías y a la de Contursi el 20%. Aparece en este año de 1924 Carlos Gardel, que tal vez sin conocer los largos antecedentes, se interesa en este tango: lo graba con el nombre de La Cumparsita (Si Supieras), con las guitarras de José Ricardo y Barbieri. Como autores pone a Contursi - Maroni – Matos Rodríguez. Gardel en diciembre de 1927 hace nueva grabación de este tema en Barcelona.

En este vínculo puede oír la versión de Gardel (1927)

En el año de 1925 llega a París Francisco Canaro con su orquesta. Se interesa en este tango que hasta el momento había tenido escasa difusión y comienza a darlo a conocer profusamente. Tuvo inmediata aceptación de los oyentes europeos. De este modo La Cumparsita alcanzó la popularidad, que creció como espuma y dio origen a su conocimiento en todo el mundo.

¿Hubo otras letras para La Cumparsita?

Alejandro del Campo, compañero de Matos en la Federación de Estudiantes escribió otra desconocida letra. En 1957, Augusto Mario Delfino concibió otra. Otra letra diferente en ingles la produjo Olga Paul, traducida al español por Roberto Selles.

También La Cumparsita ha servido de música de fondo a poemas. El caso más conocido es el de Julio Sosa, con el poema de Celedonio Flores “porqué canto así”. Otro caso es el de Antonio Cantó, periodista, comentarista radial y letrista quien vivió largo tiempo en Colombia. Un poema suyo se grabó con el fondo de la música de La Cumparsita.

Aquí, la versión de Julio Sosa:

Las más famosas grabaciones de La Cumparsita instrumental son: las de D´Arienzo, la de Troilo – Grela, la del Quinteto Real, la del Sexteto Mayor. En las versiones cantadas ocupa el primer lugar la de Carlos Gardel, seguidas por la de Ángel Vargas, la de Tito Schipa y en los últimos años la de Susana Rinaldi. En 1950 la cantante árabe del Líbano, Fairuz con la orquesta del argentino Eduardo Bianco, cuando realizó gira por el Medio Oriente, hace grabación en la que mezcla La Cumparsita con música de su patria. Esta grabación se encuentra también en internet.

Aquí, la versión de D´Arienzo, en vivo:

Aquí, Audio de la versión de Tito Schipa:

Aquí, la versión del Sexteto Mayor del Tango:

Curiosidades acerca de La Cumparsita: se habla de entre 1500 a 2700 versiones de esa obra. De acuerdo con el instrumento musical que domina el director de la orquesta que la interpreta, ese será el predominante en la versión. Astor Piazzolla, que decía que ella era el peor de los tangos, la grabó en 2 ocasiones. Como en el caso de Fairuz, La Cumparsita ha sido mezclada con música del país en que se graba.

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