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Cultura  |  15 agosto de 2021  |  12:00 AM |  Escrito por: Administrador web

Literatura, cine, ficción y realidad. El viaje a la Luna

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Un texto de Carlos Alberto González Quitian. Hace parte del libro Literatura Herramienta de la Historia. Un proyecto del grupo Café y Letras Renata.

Todo lo creado por el ser humano ha sido creado dos veces, primero en la mente y luego en la realidad. Existen numerosas obras, inventos y realizaciones en las que el ser humano plasma y expresa de manera fáctica sus deseos que luego se convertirán en logros y realizaciones. En las cavernas, el Arte rupestre con sus pictogramas del hombre cazando al animal, se convertía en impulso de acción, de logro y realidad del hombre domeñando al animal y el entorno.

Así en la historia, con clara evidencia en los libros, se inscriben ideas, narraciones, bocetos, objetos y procedimientos que luego se materializan en el campo del Arte, la Arquitectura, la Ingeniería, la Medicina y demás disciplinas, y aún en la estrategia para la nefasta guerra.

Leonardo Da Vinci en el Siglo XV, es muestra palpable de la prolija obra fruto de la imaginación que se aprecia en manuscritos, planos y multitud de descripciones y visualizaciones orientadas a ser materializadas como el paracaídas, los carromatos y la bicicleta, solo por nombrar algunos artefactos creados por este inventor, producto primero en su mente y en su imaginación y luego, con el tiempo, en realidad.

El Viaje a la Luna es una de las maravillosas fantasías que se han revelado como deseo del ser humano en la literatura y los cuentos de ficción, iniciando con los mitos sobre su formación, alguno de los cuales decía que era de queso, para luego descubrir su composición de roca y minerales como el Silicio, el Hierro, el Aluminio, el Calcio, el Magnesio y el Titanio entre otros.

Cuando en Julio de 1969 el hombre alcanza la luna con el Apolo 11, y a partir de ese tiempo, se realizan nuevas misiones que culminan en diciembre de 1972 con el Apolo 17, se puede establecer con más detalle sus diferentes particularidades y componentes.

Todo este avance nace en la imaginación de personas que sueñan y visualizan a través del poder de su mente, eventos, situaciones y objetos que no son reales, pero que gracias a esa figuración de vanguardistas se convierten en realidad. Como lo expresara A. Einstein, al ofrecerle mayor importancia a la imaginación que al conocimiento, el papel protagónico del primero, debe ser base y semillero del último.

Es así, como las novelas «lunares» de Julio Verne del Siglo XIX (De la Tierra a la Luna, 1865) y H.G. Wells de principios del Siglo XX (Los primeros hombres en la Luna, 1901), se convierten en camino de la realización, apoyadas por la aparición de la cinematografía con los hermanos Lumière.

Estos, hicieron la primera demostración pública de su invento, el 28 de diciembre de 1895, y a ella asiste el inquieto e imaginativo personaje de la magia George Méliès, estudioso del arte del espectáculo de la prestidigitación y la construcción de autómatas, por entonces populares en las ferias y los espectáculos de variedades.

Dos años después con su propia máquina, adaptada para proyectar cine, a la que bautiza “kinetógrafo”, abre su propio teatro y luego de varios cortos y experimentaciones de minutos como Gugusse el autómata (1897), Los rayos roentgen (1897) o La Luna a un metro (1898), lanza en 1902, el primer Largo metraje cuya duración es de 21 minutos: “Viaje a la Luna”, proyección más larga en su momento. Recordemos que en aquella época las películas además de su valor por la novedad y el impacto, lo tenían por su extensión en metros.

La película basada en los relatos de Julio Verne y George Wells, cuenta el viaje de un grupo de astrónomos (en la película liderados por el propio Méliès en el papel del profesor Barbenfouillis), que utilizan un cañón gigante para disparar el cohete a la luna, donde encuentran paisajes sorprendentes, cuerpos celestiales y criaturas alienígenas sacadas del relato de Wells.

La aventura finaliza en otro entorno exótico ya en la tierra: una vez dejada caer la cápsula/obús desde un precipicio en la luna, caen en el océano rodeados de algas y criaturas marinas, antes de regresar como héroes triunfantes a la capital francesa.

narración visual extraordinaria a través del cine mudo, que avizora acontecimientos fantásticos que luego se harán realidad. Parte de ese espíritu visionario de futuro, se ha conservado hasta cierto punto en la actualidad con las películas cinematográficas de directores como George Lucas o Steven Spielberg. Vale la pena destacar igualmente a visionarios de la literatura, de la novela ficción/realidad y el arte visual del Siglo XX como Philip K. Dick, 1928- 1982, quién con su imaginación en más de 50 relatos, retrata el futuro que estamos viviendo con las tecnologías y las contradicciones que ofrece el desarrollo.

La Obra Cinematográfica “Viaje a la Luna” integra Visión, Literatura, Tecnología y Cine, en una trenza mágica de invención del futuro, al ser la primera película que en inicios del Siglo XX, visualiza la llegada del hombre a la luna y sirve como inspiración, junto con la literatura en la que se basa, a científicos, exploradores y viajeros del espacio.

Así se logra llegar al satélite de la tierra y a diferentes planetas, como lo narra Don Ricardo Marín pionero del estudio e investigación de la Creatividad en su Película Documental. La Creatividad de la UNED de Madrid. 1992, exhibida en el “Congreso Mundial de la Creatividad 1993”, al cual Colombia fue invitada a debatir sobre el poder de las imágenes con las que se puede construir e inventar el futuro.

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