En el marco del conversatorio caminos y corredores naturales, que tuvo lugar en el Festival Internacional Cine en las Montañas, el escritor colombiano William Ospina, en diálogo con el ambientalista Néstor Ocampo, el historiador Álvaro Camargo y Milena Bautista, señaló que en el Quindío y en Colombia preocupa la apropiación privada del territorio, porque estamos viviendo una secuencia extraña de despojos y olvidos.

Indicó el ganador del Premio Rómulo Gallegos, que hoy la manera de habitarlo no es la misma, y que frente a la intención de las multinacionales que no orientan esfuerzos hacia la protección, sino hacia la destrucción, debemos preguntarnos qué hemos aprendido de las artes de la resistencia y de las artes de la respuesta.

Anticipa que en el país y el mundo se está dando una gran confrontación que pondrá a prueba nuestra inteligencia, creatividad y la pasión de las comunidades, por lo que es un error pensar que la lucha es solo por la propiedad de la tierra.

“El conocimiento es la única manera de apropiarse y de volver a recorrer el territorio para experimentarlo, para vivirlo. Se requiere una aventura de apropiación del territorio mediante el conocimiento, la creatividad, el viaje colectivo. Se requieren marchas y expediciones colectivas”, añadió.

Al cuestionar a los asistentes sobre la necesidad de preguntarse cuántas expediciones tenemos que hacer para abandonar la idea triste de que aquí no ha pasado nada, de que todo pasó en otra parte, dijo que, a Colombia, un país que se hizo a punta de caminos y andanzas, le urge una gran expedición en la que se logre dejar en desventaja a los que solo tienen títulos y armas.

Dijo que estamos viviendo en una especie de bodega sórdida, lejos de lo esencia, y que lo que más necesita el mundo es un diálogo abierto entre lo urbano y lo rural, una mirada nueva a la naturaleza. “Cada vez más debemos concederle importancia a la aventura. El gran genio de la humanidad son sus pueblos y no podemos seguir admitiendo que la democracia es el disfraz de los peores tiranos, con la complicidad de todo el mundo. Hay que emprender la aventura, apropiarnos. Cuanto menos protagonistas nos sintamos, más dejamos a los políticos, a los bandidos y a las mafias”, puntualizó.