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Medio Ambiente  |  05 junio de 2021  |  12:00 AM |  Escrito por: Edición web

La conservación de los humedales en las áreas protegidas del Quindío

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Por: Maria Fernanda Botero

 

Los humedales son ecosistemas en donde el agua es el principal factor controlador del entorno, de la vida vegetal y animal asociada a él. Juegan un papel importante en la conservación de la biodiversidad y en la regulación hídrica. Gracias a estos ecosistemas, en muchos sitios hay una adecuada oferta de agua, permitiendo el abastecimiento de los territorios.

Desempeñan funciones vitales como ser fuente de agua para consumo humano y animal, mitigar sequias e inundaciones, regular los flujos de agua, suministrar alimento, albergar una rica diversidad biológica, almacenar carbono, entre otros. Aportan a la mitigación y adaptación al cambio climático.

En Colombia, se encuentran cerca del 50% de los páramos del mundo, donde también se pueden encontrar humedales. Los páramos son ecosistemas únicos y de gran relevancia, por lo que es estratégica su protección.

Dada la importancia de los humedales, existen lineamientos normativos internacionales establecidos por la Convención RAMSAR, que, para el caso de los ecosistemas altoandinos, incluyen humedales y complejos (o grupos de humedales) que forman parte de los de los páramos, jalca y puna.

Importancia de los humedales en el Quindío

Sobre un costado de la Cordillera Central, en el territorio montañoso del departamento, en los páramos, bosques altonandinos y andinos, nace y desciende el río Quindío, mientras un relieve ondulado de colinas bajas, va dando paso a los valles de los ríos Barragán y La Vieja, siendo de vital importancia para el territorio y para las dinámicas ambientales y la regulación hídrica de la parte alta de la gran cuenca del río Cauca.

En el Quindío se han delimitado dos complejos de páramos: Los Nevados, ubicado al norte, en el municipio de Salento; y Chilí – Barragán, que corresponde a las zonas altas de los municipios de Calarcá, Córdoba, Pijao y Génova

En las áreas protegidas del departamento, además de: páramos, bosques y diversidad de especies de flora y fauna, se protegen y conservan humedales como: lagunas, turberas y pantanos, importantes para la conservación del agua pues regulan los procesos naturales y brindan bienestar a las personas que las habitan y sus áreas de influencia.

A la fecha, desde la Corporación Autónoma Regional del Quindío, se tienen identificados 168 humedales en el departamento, aunque se sigue con el diagnóstico de nuevos ecosistemas que puedan corresponder a estos. Según Andrea de la Cadena Ortega, profesional de la Subdirección de Gestión Ambiental de la CRQ:

“Se reiniciaron las actividades de georeferenciación perimetral de los humedales del departamento (sea en épocas de lluvia o de sequía) con el fin de identificar el perímetro inundable, el área funcional y el área forestal protectora de los mismos, esto facilita la programación de actividades de manejo de éstos ecosistemas de gran importancia”

La funcionaria explicó que en la primera fase se realizó un diagnóstico de las actividades productivas desarrolladas en las áreas circundantes a los humedales y se encontró, que la actividad más frecuente es la ganadería, lo que puede afectar debido a la escorrentía y sedimentación causada por la presencia de potreros, lo que compromete la permanencia de los cuerpos de agua, así como la calidad y cantidad del recurso hídrico.

Afirmó, que el objetivo es agrupar los humedales para poder construir planes de manejo ambiental que tengan similitud frente a las características y amenazas. Teniendo en cuenta el área funcional sabemos cuál es el límite real que necesita el humedal para su funcionamiento vital, y sabiendo el área forestal protectora, se pueden establecer las áreas que se requieren restaurar pasiva o activamente”.

Los Pantanos y el Paramillo del Quindío / Foto suministrada por el Equipo de PNN

Entre los humedales que se destacan en el departamento, se encuentran los Pantanos del Quindío y las lagunas de páramo ubicados en las estribaciones del Paramillo del Quindío, al norte del departamento, en el municipio de Salento. También, los humedales de las cuencas de los ríos Barbas y Roble, que regulan los flujos de agua para diferentes poblaciones que abastecen acueductos rurales y urbanos, de varios municipios de: Quindío, Risaralda y Valle del Cauca; y pequeñas lagunas de la zona de páramo de Pijao y Génova, destacándose la laguna del Muñeco, en el páramo de Juntas, al sur del departamento, en el municipio de Génova.

Para Juliana Valencia, Directora ejecutiva de la Corporación Ecos de Montaña, si existen humedales dentro de un área protegida, estos ecosistemas singulares pueden contar con una mayor probabilidad de conservar su estructura y funcionalidad, lo que les permite mantener, en el tiempo, la oferta de los servicios ecosistémicos que ellos brindan, pues:

“Los cuerpos de agua son estratégicos para mantener el equilibrio ecosistémico del departamento y la región, pues actúan cómo reguladores de la oferta y calidad del agua que abastece la población quindiana, controlan la variabilidad del caudal de ríos y las inundaciones, recargan las aguas subterráneas (que son las reservas de agua que tendrán las generaciones futuras) y un aspecto crucial que posiciona a estos ecosistemas en el primer renglón para la conservación y protección, es su función cómo grandes retenedores de carbono, lo que genera un equilibrio frente a las emisiones de CO2 que liberamos constantemente a la atmosfera, amortiguando así los efectos del cambio climático”

Actualmente, en el marco del proyecto GEF Magdalena Cauca Vive, ejecutado por la Fundación Natura en la región del Eje Cafetero, se llevan a cabo procesos encaminados a la restauración de humedales, páramos y fuentes hídricas. Los aliados son: La Corporación Autónoma Regional del Quindío CRQ, la Corporación Autónoma Regional de Risaralda CARDER y la Fundación Ecológica Las Mellizas, ONG que lleva varios años trabajando en las áreas protegidas de manera conjunta con sus habitantes, en torno a: la educación, sensibilización ambiental y recuperación de humedales y fuentes hídricas.

En el marco de este trabajo articulado, se han identificado: humedales, zonas de páramo y rondas hídricas, que requieren procesos de restauración, debido a las altas presiones, grado de deterioro e importancia ecológica y social. Por lo anterior, se han iniciado actividades de aislamiento para evitar el ingreso de ganado bovino, principalmente, para recuperar estos ecosistemas y las funciones que ofrecen. Actualmente, se trabaja en el aislamiento de humedales y fuentes hídricas de las cuencas de los ríos San Juan y Pedregales, en Génova (3.4 km de aislamientos); Boquia y Quindío, en Salento (3 km) y La Sonora, Barbas y Membrillal, en Filandía y Circasia (2 Km).

Finalmente, desde los aprendizajes que deja el acompañamiento del proyecto GEF Magdalena Cauca Vive en el Eje Cafetero, está la necesidad de seguir trabajando en torno a la restauración, manejo y conservación de los humedales en la región. En este sentido, es importante que estos ecosistemas sean reconocidos, visibilizados y apropiados, por parte de la sociedad en general, proceso en el que juega un papel importante la educación y sensibilización ambiental.

Laguna del Muñeco en el Municipio de Génova

FOTO: Jorge Hernán López – Fundación Ecológica las Mellizas

 

En la región del Eje Cafetero, el proyecto GEF Magdalena Cauca Vive, trabaja en cuatro áreas protegidas regionales: tres en el Quindío y una en Risaralda

En el Quindío:

-Distrito Regional de Manejo Integrado – DRMI Páramos y Bosques Altoandinos de Génova

 

- Distrito de Conservación de Suelos – DCS Barbas Bremen

- Distrito Regional de Manejo Integrado - DRMI Cuenca Alta del Río Quindío

En Risaralda:

-Distrito de Manejo Integrado - DMI Guásimo

 

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