La Fiscalía formuló imputación de cargos por el delito de tráfico de influencia de particular contra Francisco Javier Valencia Salazar, exesposo de la exalcaldesa de Armenia, Luz Piedad Valencia Franco, en proceso que cursa en el Juzgado Sexto Penal Municipal con Funciones de Control de Garantías de Armenia.

Según el ente acusador, Valencia Salazar aprovechó su condición de cónyuge de la mandataria en el 2015, para presionar al gerente de la empresa Amable en ese entonces, Mauricio Pedroza Canizales, para que le diera a conocer los pliegos de la contratación de los arreglos de la malla vial de la calle 50 y los paraderos del Sistema Estratégico de Transporte Público, SETP.

Durante la audiencia se conoció, que Francisco Valencia exigió el 10% del monto del convenio de $10.000 millones, en el proceso licitatorio adelantado por el Banco Interamericano de Desarrollo, BID, para beneficiar la empresa de Fernando León Diez Cardona, con quien ya tenía un acuerdo soterrado para obtener dineros del Estado y la contratación oficial para Diez Cardona.

En su comparecencia a la diligencia, Valencia Salazar no aceptó los cargos que le fueron imputados, mientras que el ente acusador no pidió medida de aseguramiento, por cuanto este hombre se encuentra privado de la libertad en la cárcel pagando condena.

En su investigación, la Fiscalía descubrió que en la empresa Amable, de Armenia, gerenciada por Mauricio Pedroza Canizales, se cometió el delito de tráfico de influencia de particular en los procesos licitatorios de la calle 50 de Armenia y la construcción de los paraderos de buses en la ciudad, ejecutados por la empresa de Diez Cardona.

El ente acusador endilgó responsabilidades a Valencia Salazar, en 2015, quien se aprovechó de ser esposo de la mandataria para reunirse con el gerente de Amable, a quien ejerció indebidamente su influencia para conocer en forma ilícita y anticipada los pliegos de condiciones del proyecto denominado calle 50 de Armenia y otros.

En la audiencia, la Fiscalía aseguró que Pedroza Canizales participó en la elaboración de los pliegos de los contratos que le fueron entregados a la empresa de Diez Cardona y de esa manera, cumplir acuerdos ocultos de Valencia Salazar para sacar provecho por su gestión, luego que el BID adjudicó la obra al contratista en mención.

Como se sabe, por los referidos hechos fue condenado en 2019 el entonces gerente de Amable, Mauricio Pedroza Canizales.