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Columnistas  |  13 agosto de 2020  |  12:00 AM |  Escrito por: Aydeé Lizarazo Cubillos

ORGANIZACIONES RELIGIOSAS, SOPORTE EN LA PANDEMIA

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Aydeé Lizarazo Cubillos

Por Aydeé Lizarazo Cubillos

Tiempos turbulentos se viven en el mundo. Lo que parecía solo un guion de las producciones del Séptimo Arte se ha convertido en una cruenta realidad, que en este primer semestre de 2020 ha generado una transformación de la cotidianidad, la sociedad y nuestras vidas.

La expansión del coronavirus por cada región del planeta y las consecuentes medidas que se han ordenado, entre ellas el confinamiento estricto, propiciaron una serie de manifestaciones que han modificado las conductas de las personas en su entorno personal, familiar, social y laboral. No obstante, poco se ha analizado un aspecto primordial, quizás el más relevante del desarrollo de un individuo, como es el espiritual.

Así, la crisis desencadenada por la expansión del Covid-19 ha llevado a la incertidumbre, desde el temor a padecer complejos quebrantos de salud, hasta el miedo a perder la vida y la de los seres queridos más cercanos, lo cual se une a la inseguridad social y económica, debido a que la pandemia acrecentó las grietas que por décadas se han ido evidenciando en los modelos económicos, al desnudar grandes brechas.

Ello ha ido calando en las personas en su salud física, mental y espiritual, por lo que las iglesias y sus líderes, con vocación de servicio a sus semejantes, han brindado un apoyo invaluable a la feligresía, con el fin de ayudar a subsanar los efectos aciagos de esta época de emergencia mundial. Son y serán un soporte.

Este aporte, silencioso en ocasiones, debe ser valorado por la sociedad, debido a que ella es la más beneficiada. No pocos han sido los esfuerzos de las diversas iglesias del país para llevar los mensajes de fuerza a sus comunidades, las que por la crisis y el confinamiento han experimentado aumentos en fenómenos como la violencia intrafamiliar, el maltrato y afectaciones psicológicas, entre otros.

Son los líderes de las organizaciones religiosas los que han acudido, desde la virtualidad y con otras herramientas tecnológicas, al llamado de quienes requieren de una orientación espiritual, con el propósito de llevar mensajes de fe, que alivian el cuerpo y el espíritu.

Las acciones que han efectuado impactan de manera directa en la sociedad y por consiguiente en el mismo Estado, debido a que, independiente de la creencia religiosa, el propósito de los líderes es atender con amor a las personas, escucharlas y dar elementos para la solución de sus problemas, contribuyendo a resolver problemáticas no solo internas sino sociales, que claramente afectan a todo un colectivo.

Es tan valiosa dicha orientacion, que varios de los flagelos de una comunidad muestran reducciones en sus indicadores, como bajas en las cifras de delincuencia, de violencia intrafamiliar, consumo y abuso de sustancias alucinógenas, pues la asistencia se centra en el reforzamiento de los valores, principios y de la fe, reconstruyendo los tejidos familiares y mitigando la desazón.

Es por ello, que desde el Partido Político MIRA, en nuestros 20 años de existencia, hemos liderado iniciativas que consoliden la política pública de libertad religiosa, de culto y de conciencia, porque es imperioso que se reconozca a todas las iglesias y a quienes profesan una religión, como actores fundamentales en los procesos sociales, comunitarios y políticos.

En varios departamentos y municipios del país se han estructurado los consejos de libertad religiosa, todos ellos impulsados por nuestros representantes, y con satisfacción reiteramos en el logro de haberse incluido la ley del Partido MIRA a favor de la libertad religiosa desde el Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018, artículo 244, en el que se contempló que el Ministerio del Interior, en coordinación con las entidades competentes, emprendió acciones que promueven el reconocimiento de las formas asociativas de la sociedad civil basadas en los principios de libertad religiosa, de cultos y conciencia.

Asimismo, en el Plan de Desarrollo del presidente Iván Duque, 2018-2022, se acogió el impulso al estudio para que se establezca el aporte social que hacen las diferentes religiones y que de esta manera se pueda medir dentro de las cifras del DANE, lo cual redunda en el desarrollo de la nación.

En estos momentos, cuando se analiza la reapertura de los templos e iglesias cerrados por las medidas de aislamiento, es importante considerar que ellos son espacios para la integración y el libre desarrollo, además de enviar un mensaje de gratitud a los líderes religiosos por su sacrificio en este periodo de pandemia. No podemos como seres sociales, ignorar el aporte de estas organizaciones para llevar alivio a sus comunidades, así como soluciones y propuestas que han contribuido al manejo de la crisis de salud, sanitaria, ecológica y económica que vivimos. Son, las iglesias, el soporte en la pandemia.

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