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Armenia  |  11 agosto de 2020  |  12:00 AM |  Escrito por: Edición web

¿Son necesarias las medidas contra el Covid-19 que ha propuesto la alcaldesa en sus decretos?

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ANÁLISIS PERIODÍSTICO DE EL QUINDIANO

La alcaldesa de Armenia, Claudia Milena Rivera Arévalo, asumió en la primera quincena de julio el encargo de la administración municipal y en este tiempo ha tenido que recomponer sus estrategias.

Ha tenido que ajustar en estos 20 días algo más que su equipo de colaboradores y dos de sus decretos dirigidos a contener la preocupante expansión del coronavirus en esta parte del país. Sus decisiones le han representado serias críticas de la ciudadanía y de los gremios, que han cuestionado a la mandataria, quien a su vez ha cedido en las medidas que ordenó en estos dos decretos, los dos con respecto a la contención del Covid-19, que en las últimas semanas ha registrado un aumento, más que preocupante.

En consecuencia, ¿son necesarias las medidas estrictas como el toque de queda para frenar la expansión?

Modificó el toque de queda

En este puente festivo, y solo 24 horas después de conocerse el decreto 256 que contemplaba el toque de queda para los fines de semana del mes de agosto, la mandataria tuvo que recular su determinación.

Igual le sucedió a mediados de julio pasado, luego de asumir el encargo, cuando decretó la restricción del parrillero en motocicleta y la limitación de pasajeros en los vehículos particulares, esto dirigido a frenar los casos positivos del coronavirus.

Como en el caso actual, y luego de ser blanco de varios cuestionamientos en redes sociales, medios de comunicación y por los gremios, la señora Rivera dio un ‘reversazo’, mientras las cifras de contagio comienzan a subir de manera considerable en Armenia y el Quindío.

Son ajustadas las intenciones de la alcaldesa, quien debe tener en su escritorio los perfiles y datos epidemiológicos para tomar una decisión como el toque de queda los fines de semana, pues se avizora que las próximas serán las de mayor impacto en una zona que hasta julio se mantenía como las de menor contagio del coronavirus.

Panorama que inquieta

Ya desde el hospital San Juan de Dios de Armenia se informó que la capacidad llegó al 75% de sus camas de Unidad de Cuidados Intensivos, UCI, y ello se registró en pocos días. “El número de pacientes ha aumento en forma significativa en las dos últimas semanas, son pacientes muy críticos”, dijo a Transmisora Quindío, el director de la sala UCI del hospital departamental, Carlos Alberto Salazar.

Lo anterior se une a que ayer el total de infectados en la región era de 528 y 13 fallecidos, mostrando un crecimiento exponencial que podría llevar a colapsar el sistema de salud de Armenia y el Quindío.

Igual, varias voces de la academia y del sector médico han anticipado que si no se toman medidas la situacion puede salirse de control. “Si sigue este número de casos tan desbordados en Armenia, esto va a colapsar, no estoy siendo terrorífico, pero si no tomamos medidas de contención que la gente acoja y acate, esto puede colapsar”, agregó Salazar a la emisora quindiana.

Entre tanto, se debe poner sobre la mesa que el departamento no cuenta con laboratorios y el número de pruebas no es significativo. Apenas se está avanzando en la adecuación de los laboratorios y ya estamos en un crecimiento de casos.

Sin ser alarmistas

Con los datos que se están revelando, y que no son en tiempo real sino que reflejan el escenario con dos o tres semanas de atraso, la administracion municipal debe congregar a un diálogo social que articule los diversos sectores para tomar las medidas urgentes, que mitiguen el impacto que se asoma.

Ya la ciudadanía le ha restado importancia al aislamiento preventivo obligatorio del presidente Iván Duque, y hay muchas personas que con terquedad no acogen las recomendaciones de autocuidado, como uso de tapabocas, distanciamiento social y lavado frecuente de manos, lo cual está poniendo en riesgo la salud y vida de toda una nación y sus municipios.

No es momento para menospreciar las estrategias que buscan proteger vidas y desacreditarlas con el argumento de que son manifestaciones alarmistas, pues ya hemos visto claros ejemplos de la letalidad del virus y de sus efectos nefastos en los sistemas de salud en grandes capitales del mundo. No es un cuento conspirativo, es real.

Solidaridad de todos

No se puede ocultar que Armenia se asoma a los peores momentos de la pandemia, ante el explosivo aumento de casos positivos de Covid-19, lo que requiere de estrategias para mitigar lo que pueden ser unos efectos fatales en la población.

La alcaldesa debe contar con la asesoría, autoridad y solidaridad de todos los sectores, para llevar adelante lo que es urgente para frenar la expansión del virus en la capital quindiana.

Unos mensajes en redes o una declaración de colectivos particulares no pueden ser los únicos a tener en cuenta, por lo que se necesita sentar en una misma mesa a los conocedores del coronavirus: academia, especialistas, profesionales y trabajadores médicos, con los gremios, la sociedad civil y las administraciones públicas, para que luego no estemos lamentando muertes físicas, sociales y económicas, en una región que, sin aún recibir el impacto de los contagios y los decesos, ya muestra indicadores históricos de desempleo y decrecimiento.

Hay que hablar claro, el trabajo en equipo de las administraciones con los gremios, la sociedad civil, la academia y el sector médico, es la opción.

Sensatez, por favor, sensatez

Muchos reaccionaron ante las medidas del toque de queda, especialmente el sector comercial, que se declara afectado por la pandemia. Comprendemos la angustia de los empresarios y comerciantes, por supuesto, porque por décadas hemos soportado innumerables flagelos sociales que deterioran la calidad de vida, a causa de la crisis económica de la zona, no obstante hay que tener presente que no solo los gremios se han visto afectados por el coronavirus, sino que este ha impactado en cada aspecto de la sociedad. Las consecuencias nefastas del Covid no son exclusivas de un gremio.

Asimismo, “no se puede tapar el sol con un dedo”, y por eso hay que alertar por el aumento de contagios en la región, hecho originado por la indisciplina social de todos y la falta de rigor en las medidas que se emiten del orden nacional, regional y local.

Indecoroso sería no asumir responsabilidades colectivas de la actual situación en la Ciudad Milagro, la cual podría hacer colapsar el sistema de salud, al que solo han llegado 10 ventiladores mecánicos de 72 prometidos por el Gobierno Nacional, por ello se exige de todos, sensatez, coherencia y pensar en común y no con los mezquinos intereses particulares, a veces disfrazados de nobles intenciones comunes.

Entendemos de las inversiones y el aporte a la economía de los gremios, pero estamos en un momento crítico que merece de cooperación, hablar con la verdad y de unión.

Todos somos responsables de la expansión y todos nos hemos visto afectados, pues pocos sectores han podido estar al servicio y no han tenido que cerrar temporalmente sus establecimientos, del resto la mayoría entró en confinamiento, por tanto cada quien ha puesto su cuota de sacrificio, unos más que otros.

Sensatez y solidaridad, por favor, que lo difícil apenas se asoma para el Quindío y Armenia, no sea que estemos llorando la muerte de familiares, amigos y vecinos, por la necedad de no acatar las recomendaciones y medidas emitidas para protegernos.

Son preferibles unas severas medidas ahora para mitigar la situación, que un estricto confinamiento en unas cuantas semanas. Recuerden Bogotá, que regresó a cuarentenas rígidas por la explosión de contagios.

Conciliar la vida y la economía

La pandemia ha demostrado que es letal. Desde marzo pasado, los quindianos hemos presenciado a la distancia lo que ha padecido China, Europa, Estados Unidos, Chile, México y Brasil, así como lo sufrido en ciudades colombianas como Leticia, Barranquilla, Cartagena, Medellín, Cali y Bogotá, pero parece que todavía no dimensionamos lo que puede causar el Covid-19 en nuestro territorio.

Tenemos ejemplos y también hemos visto cómo luego del denominado ‘pico’ y la reactivación, varios países han tenido que retroceder en las medidas por los rebrotes. En el Quindío no hemos llegado ni al ‘pico’ ni se ha aplanado curva alguna, y ya estamos como si se hubiese superado el brote. Cordura, porque si por allá en la lejanía no han cantado victoria menos podemos hacerlo acá, en donde apenas aflora lo más crítico.

Sin embargo, poseemos las experiencias ya vividas en otras latitudes, las que debemos considerar para armonizar las medidas que ayuden a controlar el virus, proteger la salud y salvar vidas, con las estrategias de reactivación económica, entre ellas la flexibilización, la que una vez más recalcamos, se ha confundido con relajación.

No podemos ignorar lo que ha sucedido en España, Italia, Ecuador y Estados Unidos, por citar solo unos ejemplos, porque el coronavirus es real y es una amenaza. Causa aflicción que haya personas que menosprecien el virus y sus consecuencias. No hace falta estar en una sala UCI intubado para comprender. Seriedad y respeto por la víctimas, que ya superan en Colombia más de 13.000 vidas perdidas.

Pedagogía y ejercer autoridad

Solo esta semana se anunció por parte de la gobernación, la alcaldía de Armenia y la Cámara de Comercio de Armenia y del Quindío, una campaña de pedagogía que intenta unir esfuerzos para concienciar a la población de las medidas de autocuidado y otras para hacerle frente a la pandemia del Covid-19. Fueron necesarios cinco meses, para que se consolidara un esfuerzo interinstitucional para avanzar en la protección de la salud y salvar vidas. Parece que nuestra dirigencia está aletargada y no piensa en trabajar en equipo.

Pero bueno, al menos ya está la campaña conjunta en redes sociales, en vallas y otros medios, para promover el distanciamiento físico, el uso del tapabocas, el lavado constante de manos y el uso de gel desinfectante, al igual que otros hábitos, lo cual se debe articular con el ejercicio de la autoridad con líneas pedagógicas que fortalezcan en la ciudadanía, y en especial con quienes están más reacios a protegerse, el autocuidado.

El coronavirus se controla con el compromiso de cada uno de los ciudadanos. No más excusas, pero sí más sensatez y solidaridad, porque nadie nos asegura que tengamos un retroceso que nos lleve nuevamente a un confinamiento estricto, el que sería funesto para todos. Mejor hacer desde ya pequeños sacrificios para controlar la pandemia en la región y así conjurar un escenario oscuro y crítico.

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