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Columnistas  |  29 junio de 2020  |  12:00 AM |  Escrito por: Juan de Jesús Herrera

CALARCÁ ES NN

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Juan de Jesús Herrera

Por Juan de Jesús Herrera

Rebusqué los diarios regionales (2), ninguno trajo como noticia o al menos, una nota referente a Calarcá, en su aniversario, igualmente, repasé los escritos de los columnistas calarqueños, nada sobre el pueblo y sus 134 años.

Por mi calidad de septuagenario, no puedo salir a la calle para ver si hay alguna muestra, aviso, cualquier cosa que nos indique la existencia del pueblo y ante todo un memorando sobre su fundación hace apenas 134 años. Tampoco oímos la acostumbrada alborada, mejor dicho nada de nada, NN.

Hace varios días les envié una nota copiada del original salido en la primera edición del Anuario Robledista de 1952, "Semblanza del Cacique", donde Efrén Aguirre, profesor del colegio, nos cuenta sobre el valor y esfuerzo de aquel líder de nuestro país de quien se tomó el nombre para nuestra ciudad. Algunas veces he indagado sobre quien propuso ese nombre en aquellas reuniones preliminares a la fundación, es decir, la semana pasada de entonces; no encontramos ninguna versión, imposible que apareciera de buenas a primeras y, además acogido por quienes estaban en este ajetreo: Segundo Henao, Francisco Ospina, Aniceto Arango, Pedro María Osorio, Baltasar González, Jesús María Buitrago, Pedro Flórez, Juan de Jesús Herrera y Manuel Ocampo, de la mano y empuje de los listados, se levantó contra viento y marea y sobre todo contra Burila, empresa de terratenientes dueña de inmensos territorios repartidos entre amigos y políticos de Bogotá.

Mi idea del asunto es, y lo digo hasta cuando se pruebe lo contrario, que el cacique Calarcá, no estuvo por éstos lados, su zona de trabajo fue el río Magdalena, tierra caliente, por lo tanto, no tenía nada que venir a hacer al Quindío, menos aún, atravesar la gran cordillera con una pamanilla, cosa imposible.

Para no dejar la cuestión así, en el colegio Robledo me enseñaron que el soneto es la mejor idea poética porque en 14 versos se cuenta una historia, mejor dicho, una novela en 14 medio renglones. Para no dejar pasar el día sin recordar nuestro pueblo y nuestro cacique, les mando un archivo donde pueden ver en sonetos lo que pienso y, cuando tengo tiempo (siempre) escribo. Saludos.

NACIMIENTO

Una noche de verano entre cuentos de misterio

con ruido de chicharras, acecho de felinos

un puñado de hacheros, un líder legendario

de ruda contextura, de verbo peregrino

Sobre el grueso cedro moreno de una mesa

dibujaron su rústica idea de poblado

iglesia, campanario, escuela, calle real

querían realizar un sueño por años esperado

Asumieron tareas, tributos, encomiendas

por tríada su fe, un Dios, una palabra

el consenso escuchó entre tragos la leyenda

De un osado guerrero, rey de los Pijaos

y en el gigante Samán que amarraba la mulada

se escribió a machete por nombre Calarcá.

CALARCA

Rojas filas de cafeto cosechero

cosida al verdor cordillerano

perciben lejano eco de bravura

cantado a dúo por dorados ríos

Tu altiva y celosa geografía

retó migrantes y viajeros

de recia estirpe montañera

mano ansiosa de blasones

Hacha, ruana, rosario y fe

a lomo de mula sudorosa

hollaron la selva milenaria

Para entregarte aromas de café

en alada canción de mariposas

a ti cuna amada culta y generosa.

Calarcá

Poema que susurra entre dos ríos

candorosa canción de cafetales

mientras subes al cielo enamorado

por un suave verdor de cordillera

Tu peñasco tutelar guarda secretos

de míticas batallas por el suelo

dónde descansa la memoria núbil

de una bella nativa y un guerrero

A tu paisaje sin par llegó el abuelo

con esperanza y amor en su mochila

para cuidar tus edénicas quebradas

Sembrar con su mano labrantía

fantástica magia de heliconias

entre purpurinas perlas de cafeto.

CALARCÁ

El gran río de bogas naturales

asciende y baja por brújulas solares

cultivan paz, reman concordia y alegría

en piraguas haladas por cetrinos brazos.

Cien antiguos jefes de regios tocados

en ricas aldeas adoran sus dioses

comparten sin celo papas, plátano, pesca

truecan sin descanso en vastos mercados

Ninguno vislumbra del norte amenaza

en hordas fatídicas de tétricas naos

aluvión de odios inicua matanza.

Mil cañones truenan con ronca algarabía

el nativo muere, arden los bohíos

Calarcá levanta su maza bravía.

CALARCÁ

Desde Ambalema hasta el Huila sur

un pie custodia ríos y llanuras

nunca descansa su mente primitiva

lanzas, plumas, pieles, hacen su armadura

Cuando llega el invasor enfrenta

sin esconder ni doblegar su brazo

altivo, valeroso, no hinca su rodilla

cree en su Dios y en sus ojos brilla.

Estrella andina de ansia libertaria

su maza destruye cascos castellanos

su lanza atraviesa cotas asturianas.

Nadie pudo someter su corazón

Calarcá es escudo de patria avasallada

que sólo arrasó la hipócrita traición…

JUAN DE J. HERRERA GONZÁLEZ

PD. como no son obras de arte ni para concurso, admito toda clase de críticas, improperios y respuestas.

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