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Cultura  |  26 noviembre de 2017  |  12:52 AM |  Escrito por: Robinson Castañeda

Cine: The Wall. Una película que el tiempo fermentará.

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¿Quién disparó?, ¿O quiénes? ¿Lograrán sobrevivir los dos solados? ¿Qué pretenden los enemigos? ¿Quiénes son los verdaderos malos?

En esta historia primero fue el silencio. En ella al comienzo nadie se mueve. Ni siquiera los dos soldados que mantienen sus posiciones sin que se sepa dónde se encuentran. Están ocultos. Muy bien mimetizados entre la poca vegetación del lugar el cual es un valle desértico en Iraq. Y en esa nada infinita no hay más rastros de vida. Los protagonistas con sus binóculos observan a unos 300 metros de su posición, los cadáveres de hombres asesinados por disparos de alguna patrulla rebelde. Los muertos no son soldados, son contratistas que hacían trabajos en una tubería de gas.

La situación es más compleja de lo que parece pues los soldados no saben quién lo hizo como tampoco de dónde puede venir la bala que los hiera o mate, por eso están ocultos esperando cumplir con la misión asignada. Acabar con el enemigo.

Y esperan horas bajo el ardiente sol. Mientras tanto hablan de cosas banales: Vida, esposa, amigos, recuerdos, juventud hasta que la paciencia se acaba y concluyen que es posible que no haya nadie cerca, incluso en kilómetros y deciden bajar a investigar.

De repente, cuando uno de ellos se encuentra cerca y logra inspeccionar los cadáveres, entiende que es demasiado tarde y al intentar salir de la situación ya tiene una herída de bala en la cadera que lo deja tirado, inmóvil y desprotegido. Su compañero corre con mejor suerte y alcanza a esconderse en lo que queda de un muro, el cual viene siendo un elemento importante dentro de la narración.

Este es el preámbulo de la película “The Wall” o como se llamó para Latinoamérica, “Francotirador americano” estrenada este año. Hasta ese momento apenas van 20 minutos de historia y nada de lo que aquí se ha contado es spoiler.

Hablamos de una particular producción bélica del director Doug Liman (Al filo del mañana), quien de una forma minimalista logra mantener la tensión del espectador gracias a la cantidad de preguntas que surgen de todo lo que va sucediendo; ¿Quién disparó?, ¿O quiénes? ¿Lograrán sobrevivir los dos solados? ¿Qué pretenden los enemigos? ¿Quiénes son los verdaderos malos?

Esta obra es todo un reto de la narración cinematográfica, ya que nos hace testigos del sufrimiento en el que los personajes se enfrentan a lo invisible. A una fuerza sin rostro que puede destruirlos por más marines norteamericanos que sean. Tienen frente a un enemigo que resulta ser la entidad del mal para la versión estadounidense. Un depredador fríamente calculador. Un cazador hábil que parece nacido, criado y entrenado en el desierto.

Con una acertada propuesta fotográfica, muy al punto, sin pretensiones y unas magníficas actuaciones, encabezadas por el talentoso Aaron Taylor-Johnson y John Cena que aunque uno no crea lo hace bien, el relato nos conduce en medio del polvo, el dolor, las heridas y el miedo, hasta un final poco ambicioso y esperado, donde el círculo se cierra con seguro y nada más. No hay tiempo ni espacio para creer que la vida sigue luego de los créditos finales. Tampoco se puede decir que se detuvo todo. Es un enigma total. Pero esto es bueno que acontezca en una película porque deja en el aire cosas que no fueron respondidas.

Lo malo en esta producción es que tiene diálogos desentonados e innecesarios que no van acorde a la palabra cine, pues son muy obvios y explicativos. Debido a esto el juego sicológico entre los personajes pierde cierto grado de intensidad y tensión que pudo llevarlos de forma más contundente por las sendas del dolor en la guerra y de la angustia en el cara a cara con la muerte que se ve en cada bala.

Esta producción no es más que una historia sobre el sufrimiento y lo inútil de la guerra. Un cuento de lo absurdo y existencial que hay en cada combate en el que nadie gana o pierde dentro del mundo de los soldados rasos. Es una obra que el tiempo sabrá poner dentro de lo excelso del cine bélico, no a la altura presupuestal de La Caída del Halcón Negro, ni mucho menos, pero si dentro de los cánones de análisis cinematográfico.

Francotirador Americano se convierte pues en un recomendado de cineclub y de amigos cinéfagos. Un tema de conversación necesario.

¿Y entonces que pasa con los soldados?

Habrá que verla para resolver la pregunta. Solo dura una hora y media. Así que buen viaje.

Ficha técnica:

Título original: The Wall// Año: 2017// Duración: 81 min// País: Estados Unidos// Dirección: Guion:Dwain Worrell// Fotografía:Roman Vasyanov// Reparto: , , ,


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