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Región  |  26 abril de 2020  |  12:00 AM |  Escrito por: Edición web

Hora de suspender las fiestas de Calarcá, demos ejemplo ante la crisis planetaria

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Por Néstor Ocampo

El famoso Día de San Patricio, que se celebra el 17 de marzo, fue suspendido éste año en Irlanda, Reino Unido, Estados Unidos y otros países. En Alemania ya se canceló el icónico OktoberFest 2020, la fiesta de la cerveza más grande del mundo, que se realizaría del 19 de septiembre al 4 de octubre en Munich. En Pamplona, España, se canceló el famoso San Fermín que se realizaría entre el 6 y el 14 de julio. De igual manera se han suspendido importantes eventos religiosos, culturales, deportivos, económicos, y aniversarios, en el mundo entero.

Es hora de suspender las fiestas aniversarias de Calarcá 2020 que se celebrarían a finales de junio. No podemos arriesgar la salud, y hasta la vida, de centenares o miles de personas en medio de la pandemia de Covid-19, amenaza que no desaparecerá en los dos meses que faltan.

Mejor aprovechemos la ocasión para tratar un tema que desde hace años viene tomando forma: la necesidad de recrear las “Fiestas de Calarcá” para que sean, de verdad, un evento cultural que recree y fortalezca nuestra identidad y sentido de pertenencia con el municipio. Porque infortunadamente nuestras fiestas han terminado convertidas en una grotesca exaltación al desenfreno, el ruido, el consumismo, el escándalo y el mal gusto, de las que vienen a gozar muchos oscuros personajes en sus carros de lujo, de vidrios polarizados, derrochando dinero de una manera que indigna frente a la situación de quienes madrugan esos días a hurgar en la basura buscando algo de comer.

Las fiestas no pueden seguir siendo ese negocio absurdo, sucio y denigrante de quienes las han convertido en su patrimonio dejándonos el papel de espectadores, la mayoría "empresarios" llegados de otras partes a esquilmarnos. Fiestas de las que sólo nos queda el olor indefinido de una sociedad que se descompone, montañas de basura y una vaga sensación de vergüenza.

Las fiestas aniversarias de Calarcá deben ser nuestras fiestas, encuentro y festejo entre quienes habitamos el municipio, nacidos o llegados aquí, para recrearnos, reconocernos y celebrar la Vida en ésta comarca denominada con una palabra que no se repite en los mapas del mundo: Calarcá. Verdadero evento cultural que transmita a las nuevas generaciones el orgullo de ser quienes somos y la satisfacción por habitar estas tierras.

La alcaldía de Calarcá deberá tomar pronto la decisión de suspender las fiestas de éste año y, en su lugar, convocar un Foro Público Virtual, o presencial si las condiciones lo permiten, para tratar el tema.

Además sería un acto ejemplar, un buen aporte a los cambios sociales, culturales, políticos y económicos que en Calarcá y el planeta entero debe asumir la humanidad para enfrentar la crisis planetaria que nos afecta. La pandemia de Covid-19 es apenas un síntoma y vean cómo nos tiene. No podemos seguir destruyendo la Naturaleza ni degradando la obra humana.

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